Oswaldo Betancort ha lamentado este lunes en comisión parlamentaria ante la consejera de Agricultura del Gobierno de Canarias, que no se hayan retirado aún las jaulas marinas de Playa Quemada, al sureste de Lanzarote, "cuando la concesión administrativa para su explotación terminó en agosto de 2021, y cuando los informes jurídicos expedidos por la propia consejería dicen, claramente, que no cabe prórroga de la misma por quedar excluida del PROAC".
“Tanto la Consejería como el Cabildo de Lanzarote están dejando hacer a esta empresa lo que le da la gana, con la venia del alcalde de Yaiza, seguramente, buscando la manera de cambiar en la Ley según les conviene, tal y como está pasando en el Gobierno de España, adaptando de forma express el Código Penal a las necesidades de quien comete los mismos”, denuncia Betancort, recordando las declaraciones de María Dolores Corujo del pasado mes de octubre, cuando aseguró que las jaulas de Playa Quemada "tenían los días contados".“Una contundencia que no ha hecho efectiva, como tantos otros comunicados vacíos de compromiso y seriedad con una isla que no merece este desprecio”, lamenta Betancort.
“A todo ello, hay que añadir la connivencia del actual alcalde de Yaiza, Óscar Noda, que se suma a las palabras de la presidenta y a su forma de gestionar Lanzarote, en detrimento de su municipio y de su gente, cuando desde el propio Ayuntamiento encargaron un estudio que deja patente que la granja contamina la zona, efecto provocado durante años por la explotación de las 53 jaulas marinas que aún siguen instaladas, insisto, a pesar de que las jaulas no cuentan con concesión ni el PROAC tiene contemplada esa zona como apta para el desarrollo de esa actividad”, señala Betancort.
Oswaldo Betancort acusa a la Consejería de “esperar complacientes a que la empresa acuda a los Tribunales, para ahora utilizar este extremo como sustento de la continuidad, a saber por cuánto tiempo, dándole la posibilidad a la empresa de obtener una prórroga extraordinaria para mantener la actividad acuícola en la Bahía de Ávila de Playa Quemada”.
“Exijo a este gobierno que inicie todas las acciones necesarias para dejar de permitir esta actividad dañina que está contando con su total consentimiento y que demuestra, una vez más, que el partido socialista no defiende a la isla de Lanzarote ni a los vecinos del sur, en este caso, a una pequeña población pesquera a la que ya se le está agotando la paciencia”, concluyó Betancort.
