"Desde que el pasado 31 de agosto el Partido Socialista abandonó el grupo de gobierno de esta institución, el Cabildo se ha visto sumido en un nuevo episodio de inestabilidad política. En esta ocasión, la práctica totalidad de los partidos políticos representados en la corporación han coincidido en señalar la necesidad imperiosa de que se produzca un cambio político en el gobierno del Cabildo. El Grupo Podemos comparte plenamente la urgencia de este cambio y quiere asumir plenamente su responsabilidad ante esta situación. Efectivamente, es necesario tener altura de miras para propiciar el cambio de rumbo que necesita la isla, máxime en un escenario histórico como el que se configuró en la institución tras las elecciones de mayo de 2015.
Hay un diagnóstico de la situación insular que es compartido por todos los partidos salvo por CC, un partido que se encuentra aislado y atrincherado en el grupo de gobierno del Cabildo. La situación de parálisis, de desgobierno y de prácticas corruptas han alcanzado cotas nunca vistas en esta institución, donde la degradación política ha terminado generando un clima democrático irrespirable en este Cabildo. Lanzarote necesita de forma urgente que Coalición Canaria sea apartada del gobierno de la isla.
Sin un horizonte en materia de planeamiento urbanístico en un momento donde la amenaza que supone la Ley del Suelo convierte al Plan Insular en un elemento de contención primordial ante lo que puede ser la creación de una nueva burbuja inmobiliaria y ante la necesidad de regular el alquiler vacacional.
Sin un horizonte en materia social, con unos niveles de pobreza inaceptables en la isla mientras su Cabildo se jacta de tener los presupuestos más altos de su historia.
Sin un horizonte en la gestión de nuestro bien más preciado, el agua, con la gestión del ciclo integral vendida a una empresa que ha demostrado no quedarse a la zaga de lo que en su día fue la gestión nefasta de los responsables de Inalsa.
Sin un horizonte en la gestión de nuestra empresa pública más emblemática y nuestros tesoros más inconfundibles como son los Centros Turísticos, envueltos en un proceso de mercantilización insoportable y con una conflictividad con sus trabajadores fruto de un trato indigno por parte de la dirección de la EPEL hacia quienes más han luchado por evitar su privatización.
Sin un horizonte en cuanto a la necesaria transparencia y buen gobierno, con un Cabildo que tiene el penoso honor de ser la institución más opaca del país, algo que hemos sufrido en nuestras propias carnes, pues llevamos meses esperando por documentación que sigue sin sernos entregada. Con un gobierno que sigue fomentando el clientelismo como forma de hacer política y sigue degradando a pasos de gigante al propia imagen de la política. Con un gobierno que sigue castigando a los funcionarios que quieren hacer bien su trabajo y premiando a los sumisos.
Y si, también sin un horizonte en cuanto a la imagen que se le presupone a un presidente, incapaz de dialogar, imputado y a las puertas de juicio oral y acosado por una gestión cuyo cometido principal ha sido la defensa de unos intereses empresariales muy concretos y ya de sobra señalados. Un Plan Especial de La Geria redactado para dar encaje a una bodega en concreto y los alquileres de locales y la construcción de un museo deficitario en Marina Rubicón son solo dos ejemplos de a qué nos referimos con que tenemos a un presidente que trabaja muy bien para unos pocos empresarios afines pero muy mal para el común de los ciudadanos de la isla.
Es indecente que se sigan poniendo excusas para mejorar la atención a los más desfavorecidos mientras presumimos de unos presupuestos de récord para seguir haciendo rotondas. Pero lo peor es que la situación del Cabildo es tan caótica que ni siquiera tiene hoy la capacidad para gestionar el dinero de las inversiones, que cada año toca devolver por esa incapacidad.
Esta isla no puede permitirse el lujo de mantener como presidente a alguien de tan contrastada insolvencia como Pedro San Ginés.
Este es el terrible escenario al que nos enfrentamos tras ocho años de Coalición Canaria en la presidencia del Cabildo. Este es el diagnóstico, como decía anteriormente, compartido por la totalidad de grupos políticos que formamos hoy una oposición mayoritaria en la institución.
Por eso estamos hoy aquí, para asumir la parte de responsabilidad que nos toca y poner sobre la mesa una salida a esta situación insostenible. Apartar del poder a Coalición Canaria es a día de hoy, en sí mismo, un proyecto de rescate para Lanzarote.
En las elecciones de 2015 se produjo un vuelco difícilmente esperable tan solo un año antes de los comicios. Un partido recién creado como Podemos se convirtió en la tercera fuerza de la isla, mientras Somos Lanzarote, una formación con la que compartimos buena parte de nuestra base ideológica, lograba ser la quinta fuerza. Se da la circunstancia, además, de que la suma de votos de ambas formaciones sitúa a los partidos a la izquierda del PSOE como la segunda fuerza con mayor apoyo de la isla tras Coalición Canaria.
Precisamente esas coincidencias nos han llevado a mantener conversaciones en las últimas semanas, tanto con Somos Lanzarote como con Alternativa Ciudadana, porque todos compartimos la necesidad de un cambio en la institución y de tener esa altura de miras de la que también Somos hablaba ayer públicamente. Como todos saben, la propuesta de moción de censura va acompañada de un candidato a la presidencia del Cabildo, y nosotros creemos sinceramente que el perfil del cabeza de lista del PSOE, con su historia y su trayectoria al frente del Ayuntamiento de Tías, no encaja ni con lo que nosotros prometimos a nuestros votantes cuando nos dieron su apoyo, ni con ese deseo mayoritario de todos los votantes de la izquierda, y especialmente de los que confiaron en las nuevas formaciones surgidas con la intención de regenerar la vida política.
Los resultados de las urnas ofrecieron una interpretación inequívoca: un gran número de ciudadanos de esta isla quería un gobierno de cambio, y además lo quería con caras nuevas al frente. Y eso es lo que venimos a ofrecer hoy.
Nosotros no somos quién para decirle a otro partido quién debe ser su candidato pero sí podemos y vamos a dar un paso al frente, poniendo sobre la mesa un nuevo proyecto de gobierno para el Cabildo de Lanzarote liderado por quien les habla. Y lo hacemos convencidos de la necesidad de un cambio, que en nuestro caso no es nueva. Podemos ha venido siendo el primer partido de la oposición desde el inicio de la legislatura. Podemos lleva dos años y cuatro meses advirtiendo del daño que San Ginés está causando a la institución y a la isla. Podemos no solo ha expresado su preocupación por la actuación presuntamente corrupta del presidente, sino que está personada como acusación popular en la causa penal contra él. Podemos hoy, en un escenario en el que la mayoría del Pleno está convencida de la necesidad de cambiar la Presidencia del Cabildo, invita sumarse a esta alternativa al Partido Socialista, a Somos Lanzarote y a los miembros del Grupo Mixto. Por supuesto, tal como establecen los documentos organizativos de Podemos, este acuerdo tendría que contar con el visto bueno de los inscritos de Podemos en la isla, a quienes se les plantearía una consulta.
Estamos convencidos de que ha llegado el momento de cerrar una etapa oscura en la historia de este Cabildo, de abrir puertas y ventanas para que entre algo de luz en una institución que ha sido tratada de manera indigna durante demasiado tiempo. Es hora de acabar con la corrupción y con el clientelismo. Esta isla se merece al fin unos gobernantes que antepongan el interés de todos los ciudadanos al de unos pocos. Es hora de poner el Cabildo al servicio de las verdaderas necesidades de la gente".