Un reciente estudio publicado en la revista de información ambiental Quercus, realizado por investigadores del Museo Nacional de Ciencias Naturales del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, insiste en la "seria amenaza" que suponen los gatos asilvestrados para la supervivencia de las hubaras en Lanzarote.
Los investigadores Alberto Ucero, Juan C. Alonso, Inmaculada Abril-Colón y Carlos Palacín han indicado que el gato "se comporta como un depredador generalista altamente eficaz" y es una de las especies exóticas invasoras "más perjudiciales para la biodiversidad" canaria.
Al mismo tiempo, urgen a las instituciones a tomar medidas "estrictas" en las zonas críticas para la conservación de la hubara y exigen evitar "el libre campeo" de gatos domésticos y asilvestrados. En esta línea, piden respetar "la sensibilidad social" hacia los animales domésticos, pero actuar con firmeza y base científica.
En concreto, han podido constatar, que aunque las aves no son la parte principal de la dieta de los gatos, esta especie depredadora consume en el archipiélago hasta 68 tipos de especies diferentes. Entre ellas, cinco mamíferos, 16 aves, 15 reptiles y 32 invertebrados.
El documento resalta que este daño a la biodiversidad es más acuciante en los ecosistemas insulares porque la fauna autóctona es "más vulnerable" y tiene menos herramientas evolutivas para sobrevivir a estos depredadores introducidos.
En este sentido, los investigadores señalan que la capacidad del gato para adaptarse y dar caza a "una amplia gama de presas" lo ha convertido en "uno de los depredadores más dañinos" en las islas.
Seguimiento de hubaras por GPS
El seguimiento de hubaras por GPS entre 2017 y 2021, sumada a la información aportada por rastros y necropsias muestran cómo los gatos se alimentan de hubaras en las islas orientales, donde hay más presencia de esta especie endémica.
De los 53 ejemplares adultos de hubara canaria marcados en la citada investigación, solo 21 siguen vivos. En tres de ellos se pudo determinar que habían sido depredados por gatos.
La investigación defiende que "más de un 3% de las hubaras canarias podrían morir anualmente a causa de la depredación por gatos, que pasaría a ser la tercera causa de mortalidad de origen antropogénico". La depredación por gatos solo estaría por detrás de las colisiones con tendidos eléctricos y de los atropellos.
Como muestra, la investigación recoge la detección en junio de 2018 de tres ejemplares de hubara que aparecieron muertos en Playa Blanca con signos de haber sido depredados, cerca de una colonia de gatos. Así pues, en La Graciosa también se encontraron en dos ocasiones, una en mayo de 2021 y otra en el mismo mes de 2022, dos cadáveres de hubaras con los mismos indicios.
A los problemas como la baja tasa de reproducción, la pérdida de su hábitat, las molestias humanas y los tendidos eléctricos, el añadido de la depredación de hembras reproductoras hace cuestionar a los expertos la "viabilidad de las poblaciones locales".








