El Concurso de Radio Lanzarote dedicado a los Centros continúa recibiendo microrrelatos

El plazo para participar en la décima edición está abierto hasta el 31 de agosto

27 de julio de 2020 (16:30 CET)
Los Jameos del Agua, uno de los enclaves del concurso de Radio Lanzarote. Foto: Sergio Betancort
Los Jameos del Agua, uno de los enclaves del concurso de Radio Lanzarote. Foto: Sergio Betancort

El Concurso de Microrrelatos de Radio Lanzarote-Onda Cero, dedicado en su décima edición a los Centros Turísticos, continúa recibiendo historias. 

El plazo para participar en el certamen continuará abierto hasta el 31 de agosto. Hasta entonces, los interesados pueden enviar sus relatos al email concursorelatos@lanzarotemedia.net, con una extensión máxima de 100 palabras, incluido el título en el caso de que lo lleve.

En esta ocasión, se propone escribir un relato que tenga lugar en el interior de alguno de los Centros Turísticos de Lanzarote, bien sean las Montañas del Fuego, Jameos del Agua, la Cueva de los Verdes, el Monumento al Campesino, el Jardín de Cactus, el Mirador del Río o el MIAC-Castillo de San José. 

Cada autor podrá enviar un máximo de cinco relatos, que podrá firmar con pseudónimo, aunque deberá indicar siempre un nombre y un teléfono de contacto. os relatos se irán publicando por orden de recepción en La Voz de Lanzarote y se leerán en el espacio 'Lectura en la Radio' de Radio Lanzarote-Onda Cero.

Del fallo del certamen, que se hará público en la segunda quincena de septiembre, se encargará un jurado formado por periodistas de Radio Lanzarote-Onda Cero y La Voz de Lanzarote. El ganador recibirá un premio de un fin de semana para dos personas en el Hotel Boutique Isla y el Mar de Puerto del Carmen, mientras que el segundo premio consistirá en una cena para dos personas en el Castillo de San José y el tercer premiado se llevará una comida para dos personas en el Monumento al Campesino.

Además, en esta ocasión también habrá premio para el cuarto clasificado, que podrá disfrutar de una experiencia Premium en los Centros Turísticos.

 

Sin título

Ayer tu y yo nos quisimos graciosero, como se quieren volcán y fuego. Como el mar suspira al viento, como la tierra al centeno. Fuimos pasión y alegría, fuimos juventud y momento. Hoy nos separa un río y desde un mirador te contemplo. Hoy ya no nos queda nada, salvo un hermoso recuerdo. Un recuerdo que no es nuestro, pues le pertenece al tiempo. Otros vivirán su idilio pero jamás como el nuestro. Hasta siempre graciosero, hasta que nos reúna el sueño.

 

Vida

De las entrañas de la tierra brotó el fuego, mares de lava y cenizas grisáceas.

Ahora, un presente adornado con paisajes volcánicos, formas inimaginables dispuestas de manera caprichosa. Ocres enloquecidos empapando los sinuosos caminos.

El reflejo de su rostro se dejaba entrever en el cristal de la guagua. Mientras, su asombro se aceleraba durante el trayecto. Era el principio de un nuevo rumbo alejada de llantos y terrores del pasado.

Ella, acariciaba suavemente su abultada tripa. De su interior latía la Vida. Todo comenzaba en aquella escena lunar sin abandonar su amada Tierra.

 

El laberinto afortunado

 

Una fantasía eterna, de mi condición humana, de aquellos elementos y su armonía, de su intención y comprensión, y una pulcritud que confunde los espacios y al tiempo se combinan. En su entrada me transporta y en su estancia me cobija...Es mi hábitat un espejo oscuro que es agua, un blanco liso entre el manto y abrupto gris, y de todo ello, un robusto madero que se antoja en mi morada.

 

San José

El taxi iba a velocidad lenta con dirección al Castillo de San José, Jazmín asomaba la cabeza por la ventana y tembló ante el imponente recuerdo de su difunto amor.

Se preguntó, ¿Cómo un simple Castillo podría mantener tanto amor con la corriente del mar?

El tiempo era caluroso, la corriente del mar que la llenaba de alegría, pero le faltaba algo y era al conejero que había llenado su corazón de puro amor con sabor a gofio canario.

Sin Título

 

Cuanto ha pasado desde aquel día.

-Mucho tiempo

-No pensé volver a verte

-El mirador Del Río tiene un paisaje tan bonito de admirar que aún así me estoy perdiendo en tus ojos.

Escapémonos de este mundo de locos.

-No puedo, no huyas, aquí tenemos todo lo que necesitamos, esto es admirable se siente la Paz, podemos ser felices.

-Lo seremos.

-Pues parece que va a llover.

-Empapémonos!

Se encontraron y todavía tenían sitios mágicos que recorrer.

No sé si fue por Jameos o fue por la cueva de los verdes, pero yo recuerdo haberlos visto alguna vez.

 

El túnel de los sueños

 

En sus entrañas me adentro

y el norte ya no es ningún lugar;

La sorpresa es el motivo

y por más que lo quiera buscar,

nunca lo adivino.

Un espectáculo, un paraje, me llevan a la curiosidad que entrañan y una caprichosa armonía.

Y me descubro entre un pensamiento invocador:...

de quienes somos y quienes fuimos;

de su gratitud y respeto;

y de dos obras de arte:

el hombre y sus espacios.

 

Sin Título

 

El secreto mejor guardado es el silencio de las carcajadas de detrás del espejo. Hay quienes dejan la Cueva de los Verdes sonrientes con su misterio debajo del brazo, ya fuera en el viento, ya en el coche bajando a Arrecife, pero esa es la ilusión, que es telepática. Quien visita se divide en dos. Una parte es cómplice del secreto en la vida real. La otra vive bajo el agua, acompañada de las mitades de desconocidos antiguos, mirando con risitas a los nuevos visitantes, que siempre caminan pensando que se van a caer y desaparecer.

 

Monumento al campesino

 

Llego caminando, sudoroso y cansado, levanto los ojos, me sorprendo: un monumento blanco y extraordinario, acapara mi mirada, apago la radio.

Me acerco, subiendo asombrado por las formas puntiagudas, redondeadas, cóncavas, como si de otro mundo fueran.

Un olor a campo fecundo me invade, dejándome una extraña sensación de paz y sosiego.

En el centro de Lanzarote me encuentro, como si la isla girara a mi alrededor con esa inquietud maravillosa, miro el entorno precioso, de la construcción, los jardines y el restaurante.

Hacia allí llevo mis pasos y a la sombra, saboreo un buen vino isleño.

 

 Sin Título

 

En los Jameos del Agua, un desconocido, de apariencia tranquila, pero con una actitud bastante cuestionable, generaría desconfianza entre los allí presentes.

En el interior, un tumulto de personas discutían violentamente sin propósito alguno, pero entre ellos, destacaba una persona que jamás había sido vista por nadie. Se alzó en cólera cuándo vislumbró, como ese indeseable, era en realidad un androide que por todos los medios había sido creado con el único fin de exterminar al cangrejo ciego que habita en sus entrañas.

Se supo que aquello era todo fruto de la pecaminosa imaginación de los allí congregados.

 

Huellas de fuego

 

Nunca el miedo fue fantasía, y así se convirtió...

Quizás sea su dominio, quizás su empatía.

Entre una pulcritud inmaculada, fuego, aire y arena, abrazan mis sentimientos;

Y me sumergen en la humildad absoluta y en ella, soy su huésped diminuto y frágil; Mientras, admiro el espectáculo y me asombro de su fuerza.

Al final, entre tintes rojos, oscuros y claros, me pierdo en un anhelo...

Imagino estar allí, en sus vírgenes arenales que duermen al pie de formas extrañas y que me invocan a su encuentro.

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