"Vivo en una calle de tantas que hay en Playa Honda, una de esas calles en las que, por suerte o por desgracia, se encuentra uno de esos terrenos a los que durante todo el día no dejan de venir personas con perros. Dicho terreno tiene dos señales de prohibido perros, pero creo, que las señales son invisibles a ojos de las personas con animales.
Todos los que visitan estos terrenos ni ven las señales, ni les importa. Este terreno tiene muchos visitantes de 2 y 4 patas. Yo no tengo ningún inconveniente en que estas personas vengan con sus animalitos, aunque a los que viven pegados al terreno, no creo que les haga mucha gracia. Los pipis de los perritos no son de muy agradable olor y menos cuando llueve. Y menos mal que aquí no llueve mucho.
Pero, cuando hacen "popó", ¿qué pasa cuando lo hacen? Pues que se queda ahí, no se agachan a recogerlo, y encima miran a ver si su perrito la ha hecho bien. Lo más curioso es que esas personitas tienen la desfachatez de quejarse de las otras personas, que van por la calle y su perrito deja el regalito a vista de todo el mundo y no lo recogen.
¿Qué pasa, que es que tu perrito lo hace bien? Sí, sí, pero tú no, porque no lo recoges y no piensas en las personas que no pueden abrir sus ventanas, porque les llega el olorcillo de tu irresponsabilidad.
Por favor sean conscientes de sus actos, que los perritos necesitan aliviar su pesar, pero los demás necesitan respirar. Tendré que sacar fotos de estas personas y empapelar las calles, a ver si de la vergüenza cogen un poco más de tino".
