¿Qué nos diferencia?

Por Yeray Méndez Peraza "Lanzarote rural, quizás Teseguite. 17 años y una vida nueva. Universidad. Quieres ser nutricionista. ¿Dónde? ¿Las Palmas? ¿Tenerife? No puedes, no se imparte. ¿Península? ¿Zaragoza? ¿Godos? Qué asco. Piensas que sufrirás ...

17 de enero de 2013 (16:31 CET)
Por Yeray Méndez Peraza
"Lanzarote rural, quizás Teseguite. 17 años y una vida nueva. Universidad. Quieres ser nutricionista. ¿Dónde? ¿Las Palmas? ¿Tenerife? No puedes, no se imparte. ¿Península? ¿Zaragoza? ¿Godos? Qué asco. Piensas que sufrirás ...

"Lanzarote rural, quizás Teseguite. 17 años y una vida nueva. Universidad. Quieres ser nutricionista. ¿Dónde? ¿Las Palmas? ¿Tenerife? No puedes, no se imparte. ¿Península? ¿Zaragoza? ¿Godos? Qué asco. Piensas que sufrirás tres o cuatro años, pero luego volverás a "tu tierra".

Viaje. Primeros días de clase. No te relacionas. Te alejas de "esa gente". Estás solo, pero sientes que eres más canario que cualquiera, porque rechazas a los peninsulares. Pasa el tiempo. Tus compañeros forman grupos. Tú sigues solo. Alguien se acerca, y te presta unos apuntes porque en un viaje a Lanzarote perdiste 2 días de clase.

No serán tan cabrones. Te empiezas a relacionar. Los conoces. Se parecen a ti. Un compañero que pertenece al grupo "Ligallo Fondo Norte" te invita a ver un partido del Real Zaragoza. Cantas y gritas. Lo pasas bien con "los godos". Cada día te relacionas más con ellos. Las barreras geográficas se rompen. Compartes tu vida con ellos.

Pasa el primer año.

Verano. De vuelta a la isla. Echas de menos a tus amigos peninsulares, tanto como echabas de menos a tus amigos canarios cuando estabas en Zaragoza. Te replanteas las ideas que tenías a los 17.

Viajas. Inicio del curso. Ahora compartes piso con 2 andaluces y un vasco. Te acuestas todos los días a las 2 de la madrugada arreglando el mundo entre charlas. Compartes libros, risas y porros. Te afilias a un partido político porque consideras que puedes ser útil, alimentado por esas charlas. Así se pasan 4 años. Te despides de tus amigos. Vuelves a Lanzarote.

Encuentras trabajo. Ahora formas parte de un gabinete de "Nutrición y Dietética". Desarrollas a la par tu carrera política. Despuntas. Al cabo de 4 años eres el candidato de tu partido al Senado. Basas tu discurso en que "vas a conseguir lo mejor para tu tierra". Ganas las elecciones.

Cumples tu programa electoral. Un empresario pasa con su Mercedes a tu lado y te da las gracias porque ha aumentado sus beneficios gracias a una de tus propuestas. 5 minutos después te llama tu amigo el vasco. Sí, ese que compartió piso contigo en Zaragoza. No tiene trabajo. El gobierno le quitó la ayuda. Tú apoyaste la supresión de esa ayuda, para que el partido del gobierno apoyara esa propuesta que beneficia a ese empresario del Mercedes.

Cierras tu despacho. Estás afectado. Entras en casa. Te encierras en tu habitación. Que nadie te moleste. Enciendes un tabaco (hacía 3 años que habías dejado de fumar). Mientras el cigarro se consume, empiezan a brotar lágrimas de tus ojos. ¿Para esto estoy en política? Y te planteas una pregunta. La pregunta: ¿Lo que nos hace distintos son las diferencias geográficas o las diferencias sociales?

Madrid, quizás el barrio de Salamanca. 33 años y una familia. Paro. Quieres conseguir trabajo. ¿Dónde? ¿Ávila? ¿Toledo? No puedes, no hay. ¿Marruecos? ¿Casablanca? ¿Moros? Qué asco. Piensas que sufrirás tres o cuatro años, pero luego volverás a "tu tierra".

Viaje. Primeros días de curro. No te relacionas. Del trabajo a la pensión y de la pensión al trabajo. Estás solo, pero sientes que eres más español que cualquiera, porque rechazas a los moros. Pasa el tiempo. Te sientes solo. No sabes si puedes aguantar así. Necesitas el dinero.

No puedes abandonar. Haces horas extras. Te quedas hasta las 9 de la noche en la obra. Un día Said (que es como se llama uno de tus compañeros de trabajo) se queda contigo para ayudarte...

*Yeray Méndez Peraza, secretario de Formación del PSOE en Lanzarote.

LO MAS LEÍDO