¿Isla saturada o incompetencia política?

18 de diciembre de 2023 (16:21 CET)

Detesto las ideas virales, especialmente si son meras elucubraciones ideológicas que tratan o pretenden cristalizarse como verdades incontestables. 

Una de esas ideas que hoy en día está en boca de muchos, es la idea de que Lanzarote está saturada poblacional y turísticamente y que por ello hay que aplicar políticas de decrecimiento para evitar que se siga creciendo “sin rumbo” y, con ello, parece ser, resolver todos los males.

Para amplias capas de la población y de sus representantes políticos, todo pasa por decrecer. ¿Falta de empleo? mejor decrecer. ¿Falta de vivienda? decrecer. ¿Falta de agua? Decrecer. ¿Falta de luz? Decrecer. Falta de lo que sea, por supuesto, también pasa por decrecer. Es extraño que con este nuevo bálsamo de Fierabrás no hayan prometido ya la cura del cáncer. 

El decrecimiento, en resumen, no es más que un neologismo acuñado por los neocomunistas y sus adláteres. Tras más de un siglo y tras infinitas muestras de que un fuerte control de la economía en manos del estado no funciona, ahora nuestros ideologizados amigos vuelven a la carga con un nuevo concepto. Algo que, como el comunismo en su día, suena muy bien a los oídos de niños de 5 años, pero que se lleva muy mal con la realidad de cómo funcionan las cosas. 

Lo peor de esta idea es que haya gente que no sólo la defienda, sino que para ellos es una axioma impepinable contra el que no se puede argumentar. 

Dicen, como si Moisés estuviera levantando las tablas de la ley, “la isla está saturada porque lo dice un informe encargado por el Cabildo”, unos menganos llamados Gaia Consultores. Por mi propia experiencia, donde me paso el día viendo informes de múltiples fuentes, un informe sólo es una opinión pagada, nada más. Con la misma se puede encargar a otros fulanos que digan lo contrario.

Dicen, “los cortes de agua son un claro indicio de saturación” y se quedan tan panchos. Por supuesto, si en un tanque caben 1.000 litros y dentro hay 1.000 litros, el tanque está completo o “saturado”. Pero nada impide hacer otro tanque de 1.000 litros como se ha hecho siempre que las necesidades aumentaban. De hecho, si esa es la definición de isla saturada, entonces Lanzarote siempre ha estado saturada, incluso desde antes de la explosión del volcán del turismo. 

Dicen “la vivienda inaccesible es otro síntoma de saturación”. Y entonces ya me aburren, porque de lo único que está saturada España, Canarias y Lanzarote es de políticos incompetentes que no son capaces de trabajar con diligencia y planear correctamente los servicios que una sociedad necesita a medida que crece y evoluciona. 

Pedro Sánchez prometió mejorar el acceso a la vivienda y tras escupirle en la cara a los propietarios con sus leyes, lo único que ha ocurrido es que la vivienda está peor que hace 5 años. ¿Quién lo hubiera podido imaginar cuando le das una patada por la espalda al lado de la oferta?

Los políticos de izquierda se escudan en el decrecimiento para volver a tratar de imponernos alguna versión del comunismo tantas veces fallido. Y muchos políticos de derechas en esta isla, se envuelven encantados en el traje de la saturación porque siempre fue más fácil echar las culpas a algo externo que a uno mismo. 

Se puede debatir, lógicamente, qué modelo de isla queremos. Pero se ha de ser consciente de que conceptos como “isla saturada” y “decrecimiento”, no son más que eufemismos para no llamar pan al pan o incompetencia a lo que es meramente incompetencia política. 

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