Lanzarote amanecía el día de la Inmaculada Concepción con un sol radiante que partía las piedras, impropio del mes de diciembre pero típico de un lugar en el que ya se empiezan a percibir también los primeros síntomas del cambio ...
Lanzarote amanecía el día de la Inmaculada Concepción con un sol radiante que partía las piedras, impropio del mes de diciembre pero típico de un lugar en el que ya se empiezan a percibir también los primeros síntomas del cambio climático. Pocas noticias en un día festivo de una semana que ha sido puenteada como pocas, especialmente por aquellos que se la han tomado a título de inventario y han decidido no trabajar ningún día. No es el caso de la redacción de este diario.
Varios ciudadanos que estaban de guardia han llamado a este diario bastante alarmados al comprobar cómo nuevamente se ha repetido una escena dantesca y peligrosa como pocas. Decenas, tal vez cientos de turistas recién llegados en dos de los cruceros fondeados en el puerto de Los Mármoles -como siempre en un muelle que no da la talla para la isla en la que más se han fijado los promotores de estos costosos viajes- aparecieron caminando por la peligrosa carretera que conduce a Arrecife, carretera que prácticamente no tiene arcén y que transita por lugares tan peligrosos como el cruce en el que por desgracia ya han fallecido varias personas en accidente de tráfico.
Después de que más o menos quedara resuelto el bochornoso asunto del cierre indiscriminado de comercios de Arrecife como los que se encontraban en la Calle Real, una vez que se superó el trago que supuso el inesperado anuncio de José Manuel Arnáiz -todavía era presidente de la Autoridad Portuaria de Las Palmas- de que iba a retirar la subvención para sufragar el coste de las guaguas que trasladan a estos cotizados visitantes, después de que se anunciara que jamás se iban a volver a repetir las imágenes que en su día captó este diario para vergüenza de todos, otra vez se ha vuelto a las andadas.
Siendo como es un día festivo, no ha resultado sencillo encontrar a responsables políticos o del puerto que ofrecieran una explicación sencilla y clara del porqué de esta nueva peligrosa aventura. A lo largo del viernes LA VOZ intentará explicar con detalle lo ocurrido, para saber sobre todo si ha sido un simple desajuste o algo más grave. Mientras, los turistas a caminar por la carretera desorientados y alucinados, imaginamos que pensando que han llegado a un lugar que sufre un retraso similar al de las zonas menos desarrolladas del mundo.