Querido hijo:
Espero que estés bien al recibir esta carta, así como nosotros estamos al despedirla. Ya me contarás cómo te va por Alemania en tu trabajo. Sabes que desde que te tuviste que marchar, la situación no ha mejorado, más bien al contrario. Se ha ido muchísima gente para todos los sitios. Algunos para Las Palmas y Tenerife, la mayoría, pero muchos otros como tú, para Alemania, Francia, Venezuela o la península.
También han regresado al pueblo a trabajar las fincas muchos de los que trabajaban en Puerto del Carmen y Playa Blanca. Quién iba a pensar que después de regularizar la situación de los 22 hoteles ilegales, prácticamente todos tienen sus puertas cerradas por falta de turistas.
En fín, nadie pensábamos que esto que pasó con Repsol pudiera pasar, pero así fue. Casi un año después de aquella desgracia, sigue habiendo piche por todos los sitios, los pescadores de atún siguen teniendo la flota amarrada a puerto, ya que el pescado se fue para el sur, para Guinea Bissau y Cabo Verde.
Me cuentan que el Cabildo de Lanzarote está ultimando un estudio para saber cuánta gente se quedó en la isla, pero ya te digo que de unas 145.000 personas, ahora quedamos prácticamente la mitad. Esto es una ruina, casas vacías por todos los lados, negocios cerrados, nadie encuentra trabajo en la hostelería, ya que el número de turistas ha bajado de unos 2 millones a menos de 400.000.
Esto es muy deprimente hijo. No paran de tirarse desde Famara, y con depresión hay un montón de gente. El gobierno habilitó a través del gabinete de emergencia ayudas económicas, pero con 426 euros da apenas para comer. Y pensar que a mí me parecía bien esto del petróleo, pensaba que era casi imposible que ocurrriera lo que finalmente ocurrió. Y aunque fue a 60 kilómetros, el piche llegó a Lanzarote y Fuerteventura en pocas horas y a casi todas las islas.
Tu tía, la de Valverde en el Hierro, tampoco se explica cómo allí también llegó y de qué manera. En fín hijo, te pido disculpas, siento en el alma que hayas tenido que emigrar, que no estés con nosotros y por mi culpa.
PD: Maldigo la hora en que no salí a la calle ni el 24 de marzo famoso, ni siquiera el 22 de marzo de 2014, donde fuisteis muy muchos y de buen corazón a manifestaros contra esta locura. Perdóname.
En Arrecife de Lanzarote, a 1 de marzo de 2015.