Felip Martín, el hacedor de timples cuyas tablas de cortar conquistan a los cocineros de Lanzarote

Martín cuenta su trayectoria y cómo amplió su negocio desde la fabricación de timples hasta incluir también la elaboración de productos para la cocina que "duran de por vida"

EKN

2 de marzo de 2024 (09:36 CET)
Felip Martín en su taller de Lanzarote
Felip Martín en su taller de Lanzarote

Felip Martín llegó a Lanzarote desde su Cataluña natal cuando tenía 13 años y al poco de llegar se apasionó por el timple, hizo varios cursos para aprender a elaborarlos, y finalmente abrió el taller Estow Studio, donde fabrica timples y utensilios de cocina con las maderas más resistentes y sostenibles del mundo. Un lugar donde no se tira nada y cada producto es único. 

En una entrevista con el espacio de Radio Lanzarote Más de Uno Gourmet, Martín explica su trayectoria y cómo amplió su negocio desde la fabricación de timples hasta incluir también la elaboración de productos para la cocina que "duran de por vida" y que están conquistando a los chefs de la isla. 

 

  • ¿Qué hace un luthier, un constructor de instrumentos, en un evento gastronómico?

Yo construyo timples y además, utilizo la misma madera para elaborar utensilios de cocina, vajillas y tablas para cortar y servir. Las maderas que uso son maderas muy duras, de alta densidad, así que duran de por vida. 

 

  • ¿Cuál es tu trayectoria?

Yo soy catalán y hace 11 años llegamos a Lanzarote y me impactó el timple. Entonces empecé a tocar en una parranda con 13 años, me gustó el instrumento y al año siguiente empecé a construirlos a través de un curso que se daba en la Villa de Teguise.

Siempre me ha gustado trabajar con las manos, aunque con la madera nunca había trabajado. Después de formarme, monté un taller pequeñito en casa y fui depurando mi técnica. 
 

  • ¿Qué madera utilizas?

Maderas de calidad. El año pasado  fuimos de vacaciones a Washington y trajimos paulonia, que es la madera más sostenible y liviana del mundo. Tiene un crecimiento muy rápido, a diferencia de las maderas tradicionales que son de crecimiento muy lento.

Su versatilidad permite usarla para todas las partes del timple porque tiene muy buenas calidades acústicas y mucha resistencia. Tradicionalmente se utilizan distintas maderas para la tapa, los laterales y los fondos.

Para el diapasón, usamos ébano, que multiplica el sonido por cuatro y cuanto más se usa, mejor suena y con más volumen. 

 

  • ¿Suena diferente?

La gente reconoce el timple, pero no está acostumbrada a estas maderas, así que dicen que no son timples tradicionales, en el que el sonido suena como medio escacharrado (risas).


 

  • ¿Cómo surge la idea de hacer utensilios de cocina?

Empecé haciendo algunas para casa y un día, en una feria de artesanía en Tenerife, una mujer me preguntó si le podía hacer una tabla de cortar de colores diferentes con las maderas de los timples. Se la hice, y como me pareció un buen producto, preparé un par para la siguiente feria y gustó mucho. Es una tabla que te dura de por vida, es una inversión.

 

  • ¿Y son adecuadas para chefs, que cocinan muchas horas?

Al ser maderas tan densas, para que no se desafilen los cuchillos, usamos el lado de la madera, el canto de los anillos del árbol, que se llama testa, porque los poros son más finitos. Así, al cortar, las fibras de la madera se separan microscópicamente y luego vuelven a su lugar, por lo que ni se daña la tabla ni se desafila el cuchillo. 

 

  • ¿Cómo unes las distintas partes?

Con un pegamento apto para alimentación, resistente al agua, y diseñado para tablas de cortar. No se despega en la vida, es más resistente que la madera. 

Hemos hecho todo tipo de pruebas de resistencia y en las más fuertes se ha llegado a partir la madera pero nunca por donde están pegadas las piezas.

 

  • ¿Y recicláis maderas?

Sí, por ejemplo tenemos una tabla hecha de barricas de roble de de la isla, que no se pueden ya utilizar no se pueden utilizar para vino. Parece un tablero de ajedrez. 

 

  • ¿No da un poco de pena cortar sobre una tabla tan bonita?

Siempre nos lo dicen, pero pena ninguna. Son maderas tan duras que no se cortan y no hay desgaste del material. Además el mantenimiento es mínimo, basta un poquito de aceite de oliva para nutrir la madera.

 

  • También haces otros utensilios…

Hemos empezado a sacar cucharas, de formas diferentes, orgánicas. 

Y como tenemos un taller ‘residuo 0’ para aprovechar los cachos más chiquititos hacemos otras cosas. Por ejemplo con unos trozos de ébano que nos sobraron hicimos palillos asiáticos.

También hacemos cuencos, cada producto es único. Están hechos a mano y cada uno tiene vetas diferentes.

 

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