Fomentar la cultura del vino tradicional de Lanzarote, respetar y cuidar el paisaje, el medio ambiente y conocer los entresijos de la vida del campo con el proyecto ‘Apadrina Lanzarote’. Son algunos de los objetivos que persigue la bodega La Morra de Tinajo. Se trata de la primera bodega artesanal de la isla de alta "con licencia de todos los registros tanto industriales como sanitarios". Además es la bodega más pequeña de Lanzarote.
Esta bodega familiar, ha sido puesta en marcha por el empresario Daniel Lasso que también impulsa Lanzarote Natural. En sus instalaciones se produce vino malvasía volcánica, vino blanco, rosado tradicional y vino de licor. Como atractivo añadido el cliente puede comprar el vino antes de ser elaborado y llevárselo en envases con un "diseño innovador" y en el etiquetado se promociona, a la par, al municipio de Tinajo "como destino sostenible". En esta bodega artesana se pueden comprar pizcos de vino en formato de 100 mililitros. Entre sus innovadores productos se puede encontrar igualmente flor de sal volcánica con su toque personal: "al vino tinto de Bodegas La Morra".
En esta iniciativa se han cuidado todos los detalles y se ha apostado decididamente por la producción sostenible. Así utilizan "envases reutilizables o reciclados" y la instalación permite que el 85% de la producción se realice con luz solar natural. Además los residuos que genera la actividad son usados "para compos".
'Apadrina Lanzarote': apadrinar cinco, diez o quince parras
La bodega La Morra de Tinajo también permite que el cliente se involucre con el cuidado y el respeto al medio ambiente gracias al proyecto ‘Apadrina Lanzarote’. Se trata de una curiosa y sostenible iniciativa por la cual los interesados pueden "apadrinar" parras. Desde la propia bodega lo explican así en su ideario y presentación en su web: "contamos con muchas hectáreas de tierra y no contamos con tanto dinero como para poder cuidarla. Entonces pensamos en una idea: los clientes de todo el mundo pueden apadrinar un trocito de isla".
Existen tres modalidades de apadrinamiento: con cinco, diez y quince parras. Esa inversión es anual y se paga una cuota como socio. El cliente y "padrino" tiene derecho a ir a sus parras que se encuentran numeradas. "Nosotros se las cuidamos", señalan desde La Morra de Tinajo. Pero la persona en cuestión puede también vendimiar y pisar su propia uva. "Si no quiere, le envíamos cremas de vinoterapia o de leche de cabra por el mismo valor que lo apadrinado", detallan.