Canary Meat cumple seis décadas de trayectoria como una de las empresas más sólidas del sector de la distribución alimentaria en Lanzarote.
Su historia comienza en los años sesenta, cuando José Morales, conocido cariñosamente como “Pepín”, abrió una pequeña carnicería en La Recova, Arrecife, tras regresar del extranjero. Con esfuerzo, atención al detalle y un trato cercano, sentó las bases de una empresa familiar que hoy continúa en manos de la tercera generación.
Durante los años setenta, la compañía dio un salto decisivo hacia la distribución profesional con la compra de productos congelados para restaurantes y la instalación de una cámara frigorífica en la Calle Ortega y Gasset, en Arrecife.
A partir de ahí comenzó su expansión como proveedor de carne y productos alimentarios para el sector hostelero de Lanzarote y, posteriormente, de Fuerteventura.
Modernas instalaciones en Playa Honda
En la actualidad, Canary Meat cuenta con modernas instalaciones en la zona industrial de Playa Honda, donde centraliza sus operaciones de logística, almacenaje y atención al cliente.
En 2017, la empresa dio un nuevo paso con la apertura de una tienda física orientada al consumidor particular, ampliando su alcance más allá del canal profesional y ofreciendo a los hogares de la isla productos seleccionados con los mismos estándares de calidad que caracterizan su servicio a restaurantes y comercios.
A lo largo de tres generaciones, la familia Morales ha mantenido una filosofía centrada en la calidad, la confianza y la cercanía, más allá del volumen de ventas.
Este compromiso con la excelencia se complementa con una visión empresarial que mira al futuro, apostando por la eficiencia energética y la inclusión laboral, pilares de un modelo de gestión responsable y sostenible.
Calidad y valores
Canary Meat trabaja con una cuidada selección de proveedores nacionales e internacionales —entre ellos carnes procedentes de Uruguay, Brasil, cordero de Nueva Zelanda y productos de diferentes orígenes—, garantizando calidad, trazabilidad y frescura.
Sesenta años después de aquella primera carnicería en La Recova, la empresa sigue fiel a sus raíces y a los valores que la han acompañado desde sus inicios: tradición, esfuerzo y compromiso con sus clientes, consolidándose como un referente de la distribución alimentaria en las islas orientales.









