Marina Farray llevaba diez años practicando gimnasia rítmica y le hacía falta algo de motivación en el deporte. Así llegó al Jiu Jitsu, a través de su familia, probando en un entrenamiento y quedando atrapada por el ambiente que encontró en esta disciplina. Así es como la luchadora conejera conoció una modalidad que a día de hoy domina de forma aplastante. No en vano, Marina Farray ha logrado recientemente revalidar el doble título de Campeona del Mundo de Grappling que ya alcanzara en Rusia el año pasado, un hito al alcance de muy pocos.
En esta ocasión, jugó en “casa”, ya que el Campeonato del Mundo de Grappling se disputó en Pontevedra durante el pasado mes de octubre, reuniendo a más de 1.800 participantes de las categorías Sub’17, Sub’20 y Sénior procedentes de 74 países diferentes.
Hasta cinco deportistas del club TAZ Lanzarote le acompañaron a tierras gallegas para formar parte del combinado nacional. Arón Hernández, Acoidán Arbelo, Dani González y Albano Callero estuvieron presentes en la competición internacional además del entrenador del club lanzaroteño, con Jonathan Hernández formando parte del staff técnico nacional.
Todo ello, permitió que la atleta lanzaroteña se sintiese como en casa para reconquistar las dos medallas de oro que ya lograra en Rusia. “Aquí nos sentimos mucho más arropados, es nuestra gente, nuestra zona y nuestro clima. Anque parezca mentira, hay que aclimatarse bien al territorio”, destaca Marina.
“Sabía que iba a ir a por todas y a dar lo mejor de mí, no quería quedarme con nada, sino dejarlo todo en el tatami”
Tenía "claro" su objetivo durante el Mundial
Sobre las expectativas antes de esta nueva experiencia, la competidora tenía sus “objetivos claros”, como siempre acostumbra. “Sabía que iba a ir a por todas y a dar lo mejor de mí, no quería quedarme con nada, sino dejarlo todo en el tatami”, relata Farray aunque recuerda que hacerse con la victoria no fue tarea fácil, especialmente ante una de sus rivales debido a que ambas tenían un estilo muy parecido, “no pensé que me iba a costar tanto contra la rival de Kazajistán, pero las impresiones engañan, resultó ser muy buena y me lo puso muy difícil”, detalla la joven asegurando que “sin la preparación física previa no podría haber aguantado tanto”.
No obstante, una vez logró superar a su dura contrincante, tenía claro que todo estaba de cara para ella. “Cuando gané el primer día, supe que el segundo debía ser mío también”, asegura refiriéndose al combate ante la kazaja.
En cuanto a los recuerdos que se lleva a su memoria, Marina indica que “este año fue muy especial” y en el que destacó la unión que había entre todos los integrantes de la selección. “Lo viví como una experiencia muy enriquecedora”, concluye.
Pese al enorme éxito cosechado, tanto en el podio como varios días después Marina no fue consciente de lo que había logrado. “No te das cuenta de lo que logras hasta que te ves en tu casa con otras dos medallas colgadas y un mundial más a la espalda. Es muy difícil asimilar tantas cosas en tan poco tiempo, todavía no me lo creo del todo pero poco a poco lo voy asimilando y me lo voy creyendo”.
Uno de los aspectos clave de Marina Farray, es el constante interés por mejorar. Tras su andadura en el torneo internacional, la luchadora comenta que “este mundial ha servido para trabajar otras técnicas que nunca me había planteado, pero tengo que estar preparada en todos los sentidos”.
Pese a ser una de las promesas de esta disciplina, tanto a nivel nacional como internacional, Marina Farray se mantiene con los pies en el suelo. “Aún me queda mucho por aprender. Estoy en el proceso para convertirme en una futura promesa, pero haré todo lo posible porque ese día llegue pronto”.
Metas para el futuro
Sobre sus propósitos a corto plazo, no tardará en prepararse para el Campeonato de Canarias, que le puede abrir las puertas para participar en la competición nacional. Una tarea que no será sencilla, al ser su primer año compitiendo en categoría sénior. “Me prepararé como siempre, dando lo mejor de mí”, avisa Marina.
Al analizar el nivel que hay en la isla dentro de la disciplina, Farray señala que “hay un nivel bastante bueno”, destacando sobre todo los resultados obtenidos fuera de la isla y del archipiélago canario. En la última edición del Campeonato de España, el TAZ Lanzarote recibió el galardón al mejor equipo de todo el país. “Con eso, ya se observa el gran nivel que hay”, señala la integrante del club lanzaroteño.
Marina señala que estos logros no se ven reflejados en el apoyo y la visibilidad del deporte dentro de la isla. “Necesitamos que los patrocinadores confíen en nosotros para demostrarles que no desperdiciarían la poca ayuda económica que pedimos”. También destaca que los medios de comunicación “podrían implicarse un poquito más para promocionar este tipo de deporte que no es muy conocido por todos”, concluye la joven talento lanzaroteña.
