PIDE CONSIDERARLA PRODUCTO ALIMENTARIO PARA DARLE DENOMINACIÓN DE ORIGEN

El Parlamento canario aprueba una propuesta de NC para impulsar la venta de sal artesanal

Ha sido defendida por Gladys Acuña y se ha aprobado por unanimidad. Pide que pase a considerarse un producto agroalimentario para poder lograr una denominación de origen y propone diversas medidas para impulsar su venta y consumo...

8 de junio de 2016 (18:16 CET)
El Parlamento canario aprueba una propuesta de NC para impulsar la venta de sal artesanal
El Parlamento canario aprueba una propuesta de NC para impulsar la venta de sal artesanal

La diputada por Nueva Canarias y alcaldesa de Yaiza, Gladys Acuña, ha logrado este miércoles el apoyo unánime del Parlamento canario a una iniciativa destinada a impulsar la venta y consumo de la sal marina artesanal de las islas. La proposición no de ley de la parlamentaria de NC promueve que este producto deje de regirse por el régimen minero y pase a considerarse como un producto agroalimentario, para que, tras aceptar dos propuestas de adición del grupo socialista y popular, pueda beneficiarse de las ayudas de la Unión Europea (UE) y logre una denominación de origen.

La propuesta defendida por Acuña insta al Gobierno de Canarias a promocionar la sal marina de las islas en los medios de comunicación, mediante campañas institucionales que destaquen su aportación para la salud. Para ejemplificar este extremo, Acuña ha destacado que la cultura popular "alaba los valores afrodisíacos" de este producto y para "regular la tensión arterial" de las Salinas de Janubio.

De otro lado, la iniciativa aboga también por cerrar acuerdos con los distribuidores y vendedores del comercio alimentario local para la distribución preferente de este producto, incluso situándola en un "lugar destacado" en  los establecimientos de venta al público. También, impulsa la adopción de las medidas necesarias para que los dueños de las salinas puedan beneficiarse del atractivo turístico y preservar los valores patrimoniales que genera esta actividad, que se "flexibilicen" los trámites para la rehabilitación de las estructuras de las salineras deterioradas y que se pida al Gobierno estatal que deje de regirse por el régimen minero y pase a considerarse producto agroalimentario.

Tras la aceptación de las enmiendas del PSOE y del PP, se insta a que las autoridades europeas lleven a cabo las "modificaciones legislativas pertinentes para que sea considerado como un producto agroalimentario y se beneficie de las ayudas de la UE, además de que se inicien los trámites para lograr una denominación de origen", ha explicado Nueva Canarias.

 

Solo quedan 9 salinas en activo de las más de 60 que tuvo Canarias


Durante su intervención, Gladys Acuña recordó que en Canarias llegaron a existir más de 60 salinas, en su mayoría localizadas en las islas orientales, protegidas por su interés arquitectónico como Bien de Interés Cultural (BIC) o por su interés natural como Espacio Natural, al ser zonas de gran relevancia para la avifauna. A pesar de ello, la parlamentaria de NC dijo que actualmente sólo quedan nueve salinas en activo.

"La calidad gastronómica de este producto", añadió, "no se ve reflejada en su consumo". Así, ha destacado que apenas el 8% de las sales que se consumen en Canarias proceden de las salinas marinas tradicionales que aún continúan en explotación.

"Esta situación se ve agravada con lo costosa que resulta su producción y lo difícil que resulta competir con la sal industrial, con un precio mucho más competitivo en el mercado", señaló la diputada regional. "Prueba de ello es", agregó, "la sal que se produce las Salinas de Janubio, que se vende a 0,60 céntimos el kilo mientras que la industrial, a la mitad de ese precio".

Acuña recordó además que el Parlamento de Canarias ha aprobado varias resoluciones que coinciden con las propuestas de la Asociación de Productores de Salinas Marinas Artesanales de Canarias, la última en la sesión plenaria del 11 de febrero de 2014. En la misma se declaraba a este tipo de sal como un producto agroalimentario con denominación de origen y que se modificara el Arbitrio sobre Importaciones y Entrega de Mercancías (AIEM), de forma que se gravara la sal importada en el Archipiélago, favoreciendo así la competitividad de la sal marina producida en las islas.

Pero, a pesar de los esfuerzos de las administraciones públicas, en opinión de Gladys Acuña era "necesario que se adoptaran medidas de apoyo para impulsar la reactivación de esta actividad tradicional, que hoy por hoy se ha convertido en un atractivo turístico".

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