La Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Las Palmas ha condenado este lunes en Lanzarote a Natja Bosh, una mujer alemana que admitió haber estafado y haberse apropiado junto a su marido Mikel Bosh de 72.720 euros de la compraventa de una vivienda en Playa Blanca.
La Fiscalía y la defensa de Natja Bosh llegaron un acuerdo mediante el cual la mujer asume dos años de prisión, la inhabilitación del sufragio pasivo durante el tiempo de la condena, una multa de seis meses a seis euros diarios y el pago de las costas del juicio.
Mientras tanto, el pago de la responsabilidad civil subsidiaria por el dinero defraudado, 72.720 euros, lo deberán asumir Natja Bosh y Mikel Bosh de forma solidaria. Esto quiere decir que ambos están obligados a saldar esta deuda, pero que el dinero puede ser reclamado tanto a uno como a otro.
En el momento de los hechos, el matrimonio se dedicaba profesionalmente a la intermediación inmobiliaria. Mikel Bosh actuaba como administrador único de la agencia inmobiliaria I.E.N.S.L., mientras que la Natja Bosh era socia y partícipe en un 20% de la misma entidad. Además ejercía como secretaria.
La autora confesa vendió junto a su marido una vivienda en Playa Blanca a dos compradores, que era propiedad de terceras personas, el pasado seis de diciembre de 2007. Por esta transacción el precio fijado fue de 280.000 euros.
El acuerdo se decidió pactar de la siguiente manera: 1.000 euros ingresados a la firma del contrato privado de compraventa que presuntamente fueron ingresados en la cuenta de la agencia inmobiliaria I.E.N.S.L.; el 20% del precio de la venta, un total de 65.000 euros, que debían ser entregados en los 14 días siguientes a la firma del citado contrato. En este caso, según el Ministerio Público, los compradores transfirieron en dos pasos 50.000 euros y 6.000 euros el seis de diciembre de 2007. El resto del dinero se debía abonar en la escritura notarial, entre el 14 y el 29 de febrero de 2008.
Los compradores encargaron a la citada agencia inmobiliaria la gestión de la escritura de compraventa del negocio. Por ello, ingresaron un total de 15.700 euros a la empresa.
Los acusados no entregaron ninguna cantidad de dinero a los dueños de la vivienda ni devuelto a los compradores lo entregado. Natja se comprometió a pagar la responsabilidad civil subsidiaria y pidió que la pena le fuera cancelada.
