Fotos: Sergio Betancort
A la hora prevista por la concejalía de Festejos, partió la comitiva real recorriendo la Avenida Marítima desde la playa del Reducto hasta las inmediaciones del Ayuntamiento de Arrecife. Ante la mirada ilusionada de los pequeños al paso de las carrozas que encabezaban el desfile real y con la ayuda de sus padres y familiares estaban muy pendientes a la lluvia de caramelos que salían desde las carrozas.Pero, sin lugar a dudas, todas las miradas estaban puestas al paso de sus Majestades los tres Reyes Magos subidos como marca la tradición a lomos de los camellos.
Este año los Reyes lucieron lujosos vestidos con corona real incluida, sustituyendo así la vestimenta y turbante del pasado año. Cuando sus Majestades llegaron frente a la Casa de la Cultura Agustín de la Hoz bajaron de sus camellos y subieron hasta el balcón central donde cada uno de ellos se dirigió a los más pequeños. Los niños allí concentrados y muy atentos iban contestando a cada una de las preguntas que les hacían. Muchos de ellos nerviosos no articulaban palabra alguna al escuchar cómo los Magos de Oriente se estaban dirigiendo a ellos . Sus Majestades les dieron muy buenos consejos y uno de los más importantes "el de compartir con aquellos niños que no tienen nada".Terminadas las intervenciones los tres Reyes Magos salieron juntos al balcón y fueron despedidos con sonoros aplausos. Acto seguido y desde la explanada del castillo de San Gabriel se llevó a cabo una exhibición de fuegos artificiales poniendo así el punto final a uno de los actos más esperados por chicos y grandes porque al fin y al cabo la ilusión no entiende de edades.
