Un ruido ensordecedor comienza a sonar en el Parque Móvil. Una sirena alerta del próximo servicio. La calma tensa que se respira en las instalaciones se diluye, comienza entonces, una frenética actividad, donde unos pocos segundos pueden hacer ganar una vida.
Aunque, todavía es pronto para conocer los detalles de la alerta, todo el equipo de emergencias está preparado para enfrentarse a cada incidente. Los encargados de atender al servicio recogen las últimas herramientas que necesitan y se suben al vehículo, prácticamente en marcha. Mientras realizan el recorrido, en el Parque fluye una delirante actividad. Hay que estar alerta porque nunca se sabe si los compañeros van a necesitar otra unidad de apoyo.
El camión de bomberos aparece al fondo de la calle, se acerca poco a poco a la dirección indicada. Al llegar al punto exacto, los efectivos se apean rápidamente del coche, ya que el tiempo es el bien más preciado del que disponen para desarrollar su actividad. La tensión se alivia en un solo momento, un contenedor se quema, no hay peligro. Situación controlada.
Esta historia se repite constantemente en el Parque Móvil de Lanzarote, ya que de las casi 500 alertas de incendios que se registraron el pasado año en la Isla, más de la mitad terminan siendo asuntos de poca importancia, como un contenedor o basura en llamas. 310 incidentes de este tipo sucedieron el año anterior, lo que supone que cada día se recibe, de media, en el centro de emergencias 1'5 alertas de este tipo.
Hasta el pasado mes de abril, esta cifra aumenta todavía más, ya que los bomberos realizaron una media de 2 servicios diarios por incendios en contenedores o basuras. Concretamente, 77 son los sucesos de este tipo registrados hasta el pasado mes, de los 158 fuegos ocurridos.
1.092 incidencias recibieron estos agentes de emergencias el año anterior, aunque son los incendios, con un 45%, los sucesos que más han ocurrido en Lanzarote. La mayoría de éstos se han desarrollado en Arrecife, ya que es la población que más cantidad de incidencias concentra, con un 66%, seguida de Teguise, San Bartolomé y Tías.
Las intervenciones en accidentes de tráfico es el segundo tipo de alerta que más se recibe en el Parque Móvil. Éstas ascendieron a 141 el pasado año, lo que supone 13 % del total de las actividades. A continuación, le siguen las incidencias no clasificadas, los trabajos en inundaciones y las acciones de rescate.
Falsas alarmas
Los cuerpos de seguridad y emergencia consideran que una alerta se convierte en una falsa alarma cuando, al recibir una llamada e iniciarse el servicio, luego éste se anula, bien porque hayan actuado otros efectivos o las mismas personas afectadas lo hayan solucionado, o también cuando al llegar al lugar de los hechos no existe tal incidencia.
Un caso de este tipo sucedió, hace unas semanas, en Arrecife, cuando el servicio de emergencia del 1-1-2 recibió un aviso de bomba en el Cabildo Viejo. Tras desalojar el edificio y limpiar la zona en busca del artefacto explosivo, los efectivos policiales archivaron el suceso como una falsa alarma.
Otro hecho similar se desarrolló, el pasado mes de enero, cuando una llamada a los servicios de emergencia, advirtió de la colocación de un explosivo en el Colegio de Zonzamas. Los agentes de la Policía realizaron, entonces, una requisa, buscando en el lugar posibles objetos sospechosos y susceptibles de contener algún artefacto. Después se averiguó que el autor de la llamada fue un menor de trece años que, tras ser expulsado de la clase, y con ánimos de venganza, realizó la alerta.
Luis Perdomo, jefe de Bomberos del Parque Móvil, relató para La Voz que el incidente falso que más recuerda fue uno del que llamaron avisando de un accidente grave en la rotonda de Yaiza. "Me acuerdo muy bien porque se movilizó a la Policía, a la Guardia Civil, a Ambulancias y al Parque. Esta alerta falsa estuvo, desde mi punto de vista, planeada por el autor de la misma, ya que llamó a todos los cuerpos de emergencias y seguridad".
"Cuando llega una alerta se desconoce si va a ser falsa o no, por lo que hay que seguir el mismo protocolo para todas", afirma Miguel Ortiz, responsable de Área del servicio 112 en Las Palmas. Perdomo, por su parte, opina que es muy complicado saber cuando una alarma va a ser falsa. "Hasta que no llegas al servicio no te haces una idea de lo que es, ya que, en ocasiones, hemos tenido llamadas, alertando que un vehículo se ha salido de la vía, que se supone que no tiene demasiada importancia, y al llegar resultar ser un accidente de tráfico con atrapado e incendio", comentó el Jefe de Bomberos del Parque Móvil.
Ortiz, además, explicó a La Voz que cuando se produce una alerta falsa es un perjuicio para toda la sociedad, ya que, si durante el tiempo que estás realizando el servicio falso ocurre un incidente real, aparece un problema de optimización de recursos. "Hay que pensar que hay que desplazar otra unidad a otro sitio más lejano, por lo que perdemos en cuanto a tiempo y a calidad de respuesta", explicó Ortiz.
Esta pérdida en efectividad no es tan acuciante en núcleos poblacionales grandes, como Arrecife, "ya que en las ciudades grandes no tienen ese problema porque éstas tienen más recursos que en un municipio, como puede ser Haría", comentó el responsable de Área de 112 de Las Palmas.
Realizar estas alertas que luego resultan ser falsas no está penalizado por Ley, aunque las que sí reciben una sanción son las que avisan de la existencia de un atentado terrorista. "Este tipo de alarmas la suelen hacer a través de una cabina telefónica, por lo que es prácticamente imposible saber quién las realizó", afirmó Ortiz.
Cuando las falsas alarmas se realizan a través de un teléfono fijo es muy sencillo saber desde qué terminar se realizó la alerta, y, por lo tanto, también quién es la persona que la hizo. Esto no ocurre cuando la llamada se realiza a través de un número móvil, aunque si es de contrato fijo es más fácil localizarlo. El caso de las llamadas desde un móvil precontrato es diferente porque no se conoce al dueño del receptor. Aunque algunas compañías telefónicas están empezando a suministrar un número específico, llamado número mail, que tienen todos los móviles, a través del cual se puede llegar a localizar el terminar por el que se realizó la llamada.
Desde el servicio 112, Ortiz comentó a La Voz que todas las alertas que se realizan a este número se graban, tanto si se producen por radio o por teléfono. Cuando se confirma que varios casos de falsas alarmas proceden del mismo teléfono, lo que se hace es presentar una denuncia en el Juzgado. "Entonces si el juez lo precisa puede escuchar las grabaciones", afirmó el responsable de área del 112 en Las Palmas. "Si se descubre quién es la persona que está realizando las llamadas de alerta que luego no se producen, lo que se le impone es una simple sanción económica, ya que este tipo de acto se considera una falta".
Este llamada falsa sí se considera delito cuando se trata de un falso aviso de atentado terrorista, que será, entonces, el Juez, en esta ocasión, quién debe decidir la pena. "En Canarias todos los avisos por atentado terrorista resultan ser, hasta la fecha, falsos, aunque tienes que tratarlo cómo si fuera una alerta real", afirmó Miguel Ortiz, responsable de Área del servicio 112 en Las Palmas. Ortiz también afirmó que este tipo de avisos falsos suelen realizarse a través de una cabina telefónica, por lo que es muy complicado conocer a la persona que lo ha realizado. "Por ejemplo, la persona que alertó hace unas semanas, avisando de un aviso de bomba en el Cabildo Antiguo aun no ha sido reconocida", comentó Ortiz.
Las falsas alarmas en cifras
En la Isla se produjeron el pasado año 50 casos de falsas alarmas, lo que supone el 4% de las movilizaciones que realizaron los efectivos de emergencia en todo el año. Aunque la cifra no puede parecer significativa, Perdomo, jefe de Bomberos del Parque Móvil, recuerda que este tipo de actos se realizan en perjuicio de todos, "ya que sólo disponemos de una sola unidad para las salidas y si nos llaman para un alarma que resulta ser mentira y luego se produce una real, esta unidad se tiene que movilizar hasta el otro servicio, por lo que se tarda mucho más en llegar".
El número de incidentes que no llegaron a producirse aumentó en 2005 en relación con el año anterior, ya que en 2004 las alarmas falsas recibidas en el Parque Móvil ascendieron a 39, aunque ese mismo año también significaron un 4% de la actividad de los bomberos de Arrecife. Por su parte, 2006 está siendo un año con una baja actividad en lo que se refiere a estos falsos avisos, ya que desde comienzos de año hasta el mes pasado sólo se han registrado ocho llamadas que han finalizado sin llegar a realizar el servicio.
Un dato significativo que cabe resaltar es que en el año anterior se produjeron en agosto once falsas alarmas, cuando el resto de los meses esta cifra se mantenía más o menos constante, en torno a cuatro avisos falsos por mes. Este registro supone un aumento de la actividad de los efectivos de emergencia en cuanto estos servicios que no se llegan a realizar, ya que en ese mes el porcentaje ascendió a un 16%. Este dato se sitúa, además, en tercer lugar en las incidencias de ese periodo del Parque Móvil, precedido de las actuaciones en accidentes de tráfico y de los incendios.
El mes donde menos casos se produjeron de falsas alarmas en 2005 ocurrió en mayo, ya que sólo se produjo un caso de aviso que no supuso la realización de un servicio. Este incidente supuso el 1% de la actividad del Parque Móvil en ese mes.
El sonido del teléfono seguirá sondando en las centralitas de los servicios de emergencia de la Isla. Los efectivos de estos cuerpos seguirán, también, atendiendo a todas estas llamadas, aunque algunas de ellas sean cuestiones de poca importancia, como un contenedor en llamas. Otras, sin embargo, no requieren la prestación del servicio, aunque cuando se producen suponen un perjuicio a la sociedad, sobre todo en Lanzarote donde los medios materiales escasean dentro de los cuerpos de seguridad.
Desde el servicio 112, Ortiz comentó a La Voz que todas las alertas que se realizan a este número se graban, tanto si se producen por radio o por teléfono. Cuando se confirma que varios casos de falsas alarmas proceden del mismo teléfono, lo que se hace es presentar una denuncia en el Juzgado. "Entonces si el juez lo precisa puede escuchar las grabaciones", afirmó el responsable de área del 112 en Las Palmas. "Si se descubre quién es la persona que está realizando las llamadas de alerta que luego no se producen, lo que se le impone es una simple sanción económica, ya que este tipo de acto se considera una falta".
Este llamada falsa sí se considera delito cuando se trata de un falso aviso de atentado terrorista, que será, entonces, el Juez, en esta ocasión, quién debe decidir la pena. "En Canarias todos los avisos por atentado terrorista resultan ser, hasta la fecha, falsos, aunque tienes que tratarlo cómo si fuera una alerta real", afirmó Miguel Ortiz, responsable de Área del servicio 112 en Las Palmas. Ortiz también afirmó que este tipo de avisos falsos suelen realizarse a través de una cabina telefónica, por lo que es muy complicado conocer a la persona que lo ha realizado. "Por ejemplo, la persona que alertó hace unas semanas, avisando de un aviso de bomba en el Cabildo Antiguo aun no ha sido reconocida", comentó Ortiz.
En la Isla se produjeron el pasado año 50 casos de falsas alarmas, lo que supone el 4% de las movilizaciones que realizaron los efectivos de emergencia en todo el año. Aunque la cifra no puede parecer significativa, Perdomo, jefe de Bomberos del Parque Móvil, recuerda que este tipo de actos se realizan en perjuicio de todos, "ya que sólo disponemos de una sola unidad para las salidas y si nos llaman para un alarma que resulta ser mentira y luego se produce una real, esta unidad se tiene que movilizar hasta el otro servicio, por lo que se tarda mucho más en llegar".
El número de incidentes que no llegaron a producirse aumentó en 2005 en relación con el año anterior, ya que en 2004 las alarmas falsas recibidas en el Parque Móvil ascendieron a 39, aunque ese mismo año también significaron un 4% de la actividad de los bomberos de Arrecife. Por su parte, 2006 está siendo un año con una baja actividad en lo que se refiere a estos falsos avisos, ya que desde comienzos de año hasta el mes pasado sólo se han registrado ocho llamadas que han finalizado sin llegar a realizar el servicio.
Un dato significativo que cabe resaltar es que en el año anterior se produjeron en agosto once falsas alarmas, cuando el resto de los meses esta cifra se mantenía más o menos constante, en torno a cuatro avisos falsos por mes. Este registro supone un aumento de la actividad de los efectivos de emergencia en cuanto estos servicios que no se llegan a realizar, ya que en ese mes el porcentaje ascendió a un 16%. Este dato se sitúa, además, en tercer lugar en las incidencias de ese periodo del Parque Móvil, precedido de las actuaciones en accidentes de tráfico y de los incendios.
El mes donde menos casos se produjeron de falsas alarmas en 2005 ocurrió en mayo, ya que sólo se produjo un caso de aviso que no supuso la realización de un servicio. Este incidente supuso el 1% de la actividad del Parque Móvil en ese mes.
El sonido del teléfono seguirá sondando en las centralitas de los servicios de emergencia de la Isla. Los efectivos de estos cuerpos seguirán, también, atendiendo a todas estas llamadas, aunque algunas de ellas sean cuestiones de poca importancia, como un contenedor en llamas. Otras, sin embargo, no requieren la prestación del servicio, aunque cuando se producen suponen un perjuicio a la sociedad, sobre todo en Lanzarote donde los medios materiales escasean dentro de los cuerpos de seguridad.