IMÁGENES: Sergio Betancort
El pregón a cargo de Purita Navarro, fundadora de la Asociación Cultural Murga Las Intoxicadas, dio el pasado sábado el pistoletazo de salida a las fiestas de El Carmen en el barrio capitalino de Valterra. Este lunes a las 20.00 horas, dará comienzo la procesión terrestre por las calles Extremadura, Oviedo, Ingeniero Paz Peraza, Juan de Quesada, Avenida César Manrique, Cuatro Esquinas, Pérez Galdós y Extremadura.
El acto inaugural, que se celebró el sábado y al que asistió el concejal de Fiestas del Ayuntamiento de Arrecife, Víctor Sanginés, junto a otros miembros de la Corporación capitalina, contó con las actuaciones de la Agrupación Folclórica Coros y Danzas Arrecife, la Parranda Gorfines del Puerto y el grupo "Somos Así".
Purita Navarro fue calificada por Sanginés en su presentación como "una institución en el barrio de Valterra". "Su trabajo infatigable vinculado a la parroquia, su energía al reunir en su torno a las mujeres de los Intoxicados, la generosidad con la que supo, cuando tocó, delegar en las más jóvenes la dirección de la murga femenina y la emoción y el valor con los que ha aceptado este difícil encargo de inaugurar las fiestas del Carmen", dijo Sanginés sobre la pregonera.
En su intervención, la pregonera realizó un recorrido por sus recuerdos de niña, "cuando la elaboración de las guirnaldas de banderas de papel para engalanar las calles era, junto a la llegada de los hombres del mar, el primer síntoma de que las fiestas se acercaban". "Muchos de ustedes recordarán cómo pegábamos los papeles de colores a los metros de hilo, con una mezcla de harina y agua, y los colgábamos desde las azoteas a los zaguanes por el hueco de la escalera, para que secaran", relató.
También se refirió a elaboración de altares, a cuyo paso la procesión se detenía: "Bajo la dirección de un adulto, niños y niñas del barrio componían una escenografía de contenido religioso, donde lo más habitual era encontrar escenas con la Virgen del Carmen, ángeles, niñas vestidas de comunión y chinijos ataviados de marineros. La procesión se paraba ante los altares y uno de los pequeños actores recitaba una oración o un verso", contó.
