La Comisión Insular de Comercio establece los períodos de rebajas y domingos que se puede abrir

Las asociaciones de consumidores ofrecen un conjunto de consejos a la hora de comprar durante los meses de rebajas.

9 de diciembre de 2005 (20:06 CET)

La Comisión Insular de Comercio acordó por unanimidad, durante la sesión celebrada este viernes por videoconferencia en las instalaciones del CICO, que el período de rebajas de invierno abarcará desde el 9 de enero hasta el 8 de marzo, mientras que las rebajas de verano se extenderán desde el 1 de julio hasta el 31 de agosto de 2006.

Por otro lado se estableció que los nueve días festivos en los que los comercios podrán permanecer abiertos sin vulnerar la legislación que regula el sector comercial (sin perjuicio de lo dispuesto para las zonas turísticas, tiendas de conveniencia y pequeños establecimientos) serán 13 y 30 de abril, 6 y 8 de diciembre y todos los domingos de diciembre.

Consejos

Resulta difícil resistirse a las rebajas, especialmente en unas fechas en la que todo son reclamos para caer en la tentación de la compra.

Hay que evitar un consumo descontrolado y sin planificar, de lo contrario el bolsillo se resentirá en uno de los meses más complicados para la economía doméstica. Pero las rebajas, bien aprovechadas, pueden servir para adquirir, con importantes descuentos, productos que de otro modo resultan inalcanzables.

Para esquivar descalabros, conviene planificar bien las compras y saber cuando ha llegado el momento de dejar de comprar. En este sentido, las asociaciones de consumidores aconsejan que se haga una lista de los artículos que realmente se necesitan al tiempo que se debe fijar la cantidad máxima que quiere gastar.

También es recomendable No dejarse llevar por las prisas, ya que el agobio y los empujones de los primeros días de las rebajas pueden llevar a comprar de forma impulsiva. Es más, si se comprueban los precios en varios establecimientos se pueden obtener productos más económicos.

Además, cabe recordar que las rebajas no pueden tener una duración inferior a quince días ni superior a dos meses así como que los productos que se ofertan en rebajas deben estar durante un mes, como mínimo, expuestos en las tiendas.

Los productos

Las rebajas deben contar con las mismas garantías y con las mismas políticas para cambios y devoluciones, siempre y cuando no se haya usado el producto, que los artículos adquiridos antes de este período. Los productos rebajados deben ofrecer igual calidad a menor precio.

Deben ser artículos de temporada y en perfectas condiciones. Así, hay que rechazar los artículos que no reúnan las debidas condiciones sanitarias, los que se encuentren en mal estado o los que incumplan las medidas de seguridad.

Es obligatorio que en las etiquetas aparezca el doble precio (el antiguo y el rebajado) o bien el porcentaje de rebaja (se suele aplicar un descuento mínimo del 20% sobre el precio de temporada alta y, normalmente, el descuento aumenta progresivamente).

Por esto se recomienda asegurarse de que el etiquetado es correcto y legible en castellano (u otra lengua oficial del Estado). En el caso de la ropa, la etiqueta debe incluir instrucciones de lavado y planchado, e informar de los materiales de confección y de los datos de la empresa fabricante.

Finalmente, si un establecimiento admite devoluciones durante toda la temporada, también habrá de hacerlo en época de rebajas. De lo contrario, deberá advertirlo explícitamente.

En caso de arreglos a prendas ocurre lo mismo. Si son gratuitos durante la temporada pero se cobran en época de rebajas, el establecimiento también deberá advertirlo.

Los establecimientos que admiten el pago con tarjetas de crédito durante el resto del año están obligados a hacerlos también en época de rebajas, sin recargo sobre el precio.

También debe guardar siempre el ticket de compra debido a que su presentación es imprescindible a la hora de efectuar cualquier cambio o devolución.

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