Este domingo 7 de septiembre de 2025 el cielo regalará uno de los espectáculos astronómicos más esperados: un eclipse lunar total, conocido como Luna de Sangre. Durante más de una hora, la sombra de la Tierra cubrirá a nuestro satélite, que se teñirá de un intenso color rojizo por efecto de la atmósfera. Aunque Europa, África, Asia y Oceanía disfrutarán del fenómeno en su totalidad, Canarias vivirá una experiencia muy especial.
En las islas la Luna aparecerá sobre el horizonte oriental ya sumida en la fase de totalidad, mostrando desde el primer momento su característico tono rojo. Será un instante único, pues el satélite se alzará sobre el Atlántico en todo su esplendor eclipsado, ofreciendo un paisaje inolvidable tanto para observadores ocasionales como para amantes de la astronomía.
Eso sí, el máximo del eclipse, que ocurrirá hacia las 18:12 UTC, tendrá lugar antes de la salida de la Luna en Canarias. Aun así, desde alrededor de las 19:30 hora local podrá contemplarse la Luna de Sangre sobre el horizonte, y más tarde seguir su fase parcial hasta casi las 22:00. Un espectáculo celeste que hará del cielo canario, una vez más, un escenario privilegiado para mirar al universo.
Consejos para observar el eclipse lunar
A diferencia de los eclipses solares, los eclipses lunares son completamente seguros de contemplar a simple vista. No se necesita protección ocular, aunque unos prismáticos o un telescopio permiten apreciar mejor los matices de color y la superficie lunar.
Quienes quieran fotografiar la Luna de Sangre pueden utilizar trípode y exposición prolongada para captar la intensidad del rojo, especialmente en el momento del máximo.
Un fenómeno astronómico único en 2025
Este será el segundo y último eclipse lunar total de 2025, y también el más largo, con una fase de totalidad que se extenderá durante 82 minutos. Además, ocurrirá con la Luna cerca del perigeo (su punto más cercano a la Tierra), lo que la hará lucir más grande en el cielo. Durante el eclipse total, el satélite no estará completamente oscuro, dado que la refracción de la luz solar en la atmósfera terrestre teñirá de rojo la Luna.
