¿Ha venido usted impetuoso por presidir Coalición Canaria en Lanzarote tras el Congreso Regional?
En el Congreso Regional de Coalición Canaria no salió lo que Lanzarote quería porque algunos nos han traicionado, dándonos la espalda y faltándonos a la palabra, pero ha salido una formación renovada casi en su totalidad y por primera vez comandada por mujeres. Espero que tengan toda la suerte del mundo y que lo hagan muy bien.
Cuando el domingo, después de varias reuniones, Mario Pérez dijo que ponía su cargo a disposición del partido y algunos compañeros me animaron, dije que si obtenía los apoyos estaría dispuesto a presentarme a la presidencia del partido.
Pero según declaró esta semana Mario Pérez en La Voz de Lanzarote, hasta el momento no ha puesto su cargo a disposición del partido
En una reunión en las que había 180 personas de Lanzarote, Mario Pérez dijo que ponía su cargo a disposición del partido y aunque lo justo es que el partido le pida que, como mínimo, continúe hasta el Congreso insular del próximo 13 de diciembre, si encuentro los apoyos necesarios, yo podría presentarme.
¿Qué quiere cambiar usted de CC y con qué apoyos cuenta a priori?
Me reuniré con mi Comité Local y tengo el apoyo del Grupo de Gobierno de Tinajo, y también espero contar con los jóvenes y con la mayoría de los comités locales. Hoy o mañana empezaré la ronda de contactos, pero hasta que no vea si tengo los apoyos oportunos no lo haré. Y si no los tengo, pues daré un paso atrás.
En el partido quiero cambiar lo que piden los afiliados, aunque prefiero reservármelo de momento.
¿Tiene que ver con la línea de pactos?
No, no es verdad que Jesús Machín se va a rendir a los pies de los nacionalistas. Si yo decido seguir adelante y salgo elegido, por su- puesto abriré las puertas a todos los que quieran volver a CC. Pero también hago una advertencia: que no crean algunos partidos que van a venir aquí a hacer lo que les de la gana o a proponer lo que les de la gana. Tenga la seguridad de que si salgo elegido se hará lo que diga el partido no lo que diga Jesús Machín. Y el partido no serán cuatro personas sino todo el partido.
¿Hay una posible mejora de sintonía con el PIL? ¿Podría ser el cambio a que pueda unirse de nuevo y conformarse como una unidad nacionalista?
Creo que lo que tenemos que hacer es unirnos todos los nacionalismos.
Con Dimas Martín me he llevado bien a pesar de que me engañó en las elecciones, pero no soy rencoroso. No tengo conversación con don Dimas Martín aunque si es cierto que hablo con los del Cabildo.
No es verdad lo que algunos quieren vender por ahí sobre que me voy a entregar al PIL. Se hará lo que diga el partido, no lo que diga Jesús Machín sólo.
Mi obligación y la de los nacionalistas es que debemos luchar para unirnos todos, porque si somos fuertes en Lanzarote seremos fuertes a nivel de Canarias. Para hacernos más fuertes, cuando hay que pedir más cargos públicos. Cuanta más mayoría tengamos, mucho mejor.
El proyecto nacionalista nunca será fuerte en Canarias si no contamos con la pata de Gran Canaria. Debemos conseguir ser fuertes en Madrid y que no nos discriminen y para conseguir que no nos pongan unos presupuestos basura comparados con otras comunidades, tenemos que buscar la unidad del nacionalismo de las siete islas.
¿Entraría entonces también ahí el PIL y PNL, con quien usted tiene buenas relaciones en Lanzarote?
Yo me llevo bien con todo el mundo. Aunque en algún momento he tenido mis diferencias con los del PNL o el PIL.
¿Algo más que diferencias, no?
Con Juan Carlos Becerra tuve una discusión, posiblemente se salió de tono y yo también. Pero a él me une una amistad que nunca olvidaré ya que en un momento difícil de mi vida, en el que mi hijo estaba ingresado en la UVI de Las Palmas, recibí el mejor apoyo de un amigo y me visitó todos los días. Nunca olvidaré ese gran favor. Hemos estado muy distanciados pero un día nos encontramos en Tenerife y resolvimos todas las diferencias.
Pero en el mundo de la política hemos visto como a cada paso en los últimos 10 años se separaban partidos, PNL se descuelga del proyecto de CC, y recuperar ahora esa sintonía polìtica puede salir caro a una formación que se ha ido haciendo a sí misma ¿no cree que es una postura contradictoria para los afiliados y simpatizantes?
Lo primero que hay que hacer es escuchar a los afiliados y que la mayoría diga lo que hay que hacer. Creo que CC ha cometido muchísimos errores a lo largo de su historia pero lo que no puede ser es que por culpa de tres o cuatro gallos, CC se haya dividido perjudicándose el proyecto y cortándose cabezas innecesariamente.
Un partido tiene que estar abierto a lo que tenga que opinar el último joven de las islas sin intentar taparle la boca.
La obligación de los nacionalistas es conseguir la unidad con todas las fuerzas políticas. No hay que ser rencoroso, ni más listos que nadie. Desgraciadamente en la política hay personas que tienen más habilidad que otras y te engañan, pero espero que de esas personas cada vez vayan quedando menos.
¿No tiene miedo a que su postulado de presidente convierta el partido en un gallinero?
No me preocupa que haya muchos gallos, pero esos gallos tienen que ser responsables, capaces de pensar en el futuro y en la unidad y el bienestar de los ciudadanos. Pero también hay algún gallo que quiere ser el más fuerte acompañado de alguna gallina.
¿Empezará a hacer una ronda de contactos?
Lógico. Aunque Mario Pérez me ha dicho que le diga mi respuesta antes de este viernes, 31 de octubre.
¿Por qué la decisión debe comunicársela antes del viernes?
No lo sé. Yo no he venido a cortar la cabeza a nadie sino a hacer crecer este proyecto. Sinceramente Mario Pérez ha hecho una gran labor, pero cuando se dirigen a mí desde hace más de un año para que lidere el partido...
¿Después de su anuncio ha habido pesos pesados del partido que le han animado?
He recibido llamadas de apoyo y de desánimo del que menos uno se lo espera, pero todo el mundo tiene derecho a opinar.
También me gustaría añadir que los partidos políticos deberíamos crear un apartado en los estatutos en el que diga que los cargos deberían ser de cuatro años máximo, para dar opciones a otras personas.
