El presidente del Cabildo, Pedro San Ginés, confía en que el Plan Insular de Ordenación del Territorio (PIOL) se apruebe inicialmente "con una mayoría amplia o al menos cuente con el apoyo del Grupo Socialista", por el "alto grado de participación e implicación" que afirma que "ha tenido en estos 10 años sobre el proceso de tramitación del documento".
La propuesta del documento que habrá de elevarse al pleno fue de nuevo este martes objeto de debate público y presentación en el Consejo de la Reserva de la Biosfera y, según ha informado el Cabildo, el director del equipo redactor de la revisión del PIOL, José María Ezquiaga, afirmó en el mismo que "apenas ha sufrido cambios sustanciales sobre el modelo territorial que en su día se definió, salvo en lo referente a las actualizaciones y adaptaciones a la nueva normativa y legislación regional y estatal que se ha aprobado en estos años".
"Un documento completo además que se ha hecho público en tres ocasiones diferentes, en 2010, en 2012 y ahora en 2018, antes de su aprobación inicial para poder ser discutido y consensuado con todos los agentes y actores protagonistas, y que por distintos motivos que han coincidido fundamentalmente con procesos electorales y políticos, no ha podido materializarse, pero que está en disposición de aprobarse desde la pasada legislatura", explicó Ezquiaga.
Ezquiaga afirma que no ha recibido "ninguna injerencia política"
Desde el Cabildo se apunta que el director del Plan sostuvo que en el fondo "no hay discrepancias graves" que no se hayan podido solventar sobre el contenido del documento en estos diez años, que afirmó que nunca les han manifestado desde alguna organización política o algún sector "ninguna discrepancia sustancial, ni por defecto ni por exceso, sobre el fondo y contenido del documento", que tampoco han recibido en estos años "ninguna injerencia política" o "presión que responda a intereses especulativos o de otra índole, más allá del interés general", y que el equipo redactor además "no lo hubiese permitido".
"Y la prueba está en el propio documento que no encontrarán nada alusivo a ello", aseveró el urbanista y director del equipo redactor del PIOL, quien aseguró además que "sin exagerar, es uno de los procesos de elaboración de un planeamiento con mayor conocimiento ciudadano y participación social de los desarrollados en España y en las islas de las últimas décadas, con un alto grado de consenso a todos los niveles".
Directrices y aportaciones del PSOE
De igual forma, durante el debate del documento, el presidente del Cabildo de Lanzarote, Pedro San Ginés, en calidad también de presidente del Consejo de la Reserva de la Biosfera, manifestó que confía en que "este Plan encargado hace más de diez años, actualizado y adaptado a la normativa sobrevenida en estos años, especialmente con la Ley de Armonización a la que se vio sometido el planeamiento, obtenga en el debate formal y de contenido que es lo que ahora toca, si no el 100% del consenso deseado, que sería imposible, un amplio consenso de los grupos de la oposición, al menos del Partido Socialista que desde el año 2008 y posteriormente en 2017, bajo la tutela del exconsejero también socialista Marcos Bergaz, ha contado con su participación y concurso directo en todo proceso".
Sobre esta última etapa de tramitación del Plan Insular, Ezquiaga subrayó "el alto nivel de implicación" e incluso las "valiosas aportaciones" realizadas por el entonces consejero de Política Territorial, Marcos Bergaz, asegurando además que "todas las directrices y aportaciones al documento dadas por el Partido Socialista están recogidas en la propuesta del Plan, que además "fue entregado y contó con el visto bueno en Madrid" del PSOE. "Un documento y modelo territorial que durante todo este tiempo lo único que ha sufrido es cambios caligráficos, pero no formales en el contenido y que al día de hoy contempla, tal y como se entregó al Partido Socialista, sus aportaciones técnicas y formales",
Este último documento, según señalan desde el Cabildo, fue entregado en el pasado mes de noviembre de 2017 a todas las formaciones políticas para que antes de su aprobación inicial, que es cuando se abre formalmente el periodo de alegaciones, puedan realizar las aportaciones que consideren. Y hasta la fecha, el director del Plan afirmó que "no se ha recibido ninguna aportación".
Protección ambiental
El director del equipo redactor de la revisión del Plan Insular explicó con detalle algunos de las principales características de este modelo que nació con "la vocación de ofrecer una visión estratégica de la isla a largo plazo y que atendiera a la integración de las necesidades urbanísticas y ambientales con las nuevas demandas sociales y económicas de la isla".
A este respecto, desde el Cabildo se señala que "el Plan da un salto adelante en la protección ambiental desde la perspectiva de la capacidad de carga, es decir la aptitud que tiene la isla para soportar un determinado nivel de urbanización sin que se produzca un deterioro ambiental, social o cultural".
"Incorpora todas las novedades legislativas emanadas del Gobierno Canario y además la perspectiva de la Carta Europea del Paisaje que cambia el modo de ver no sólo los paisajes singulares, sino también los paisajes ordinarios; por ejemplo, los núcleos tradicionales y las áreas agrícolas, otorgándoles un valor digno de ser preservado", se apunta desde la institución.
En términos generales, "no solo no se reduce sino se incrementa sustancialmente la superficie de paisajes, áreas de interés ambiental, corredores ecológicos, vegas con agricultura tradicional y áreas de interés agrario protegidas desde el nuevo PIOL frente al Plan actualmente vigente", explicó José María Ezquiaga.
Además, según el Cabildo, incorpora "una perspectiva novedosa de protección del litoral y del medio marino". La perspectiva del cambio climático y la resiliencia frente a los riesgos derivados del mismo es también una novedad obligada. El Plan insular además de formular una estrategia de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero en la isla, en su apuesta por las energías limpias, plantea una estrategia de reducción de la contaminación marina y el mantenimiento de los ecosistemas marinos y de mitigación de los efectos de la regresión costera", se precisa.
"Frenar en lo posible la alta dependencia del turismo"
Además del avance en la protección ambiental, "el Plan aborda muchas novedades, como la diversificación económica". "Se plantea frenar en lo posible la alta dependencia del turismo, o al menos su diversificación, para evitar un agravamiento de las crisis cíclicas y avanzar hacia una mayor sostenibilidad hídrica y energética", se añade desde el Cabildo.
Para ello apuesta por "una reactivación sostenible de los sectores tradicionales, industria y producción ganadera, desde una perspectiva de un desarrollo sostenible que garantice la calidad de vida de los residentes, control de la presión sobre el medio ambiente y al mismo tiempo preserve el valor de la experiencia turística singular de la isla".
Así, en el ámbito de la revitalización de las zonas agrarias activas y puesta en valor de las abandonadas, "el plan revisa en profundidad la normativa existente para hacer posible explotaciones viables económicamente y sostenibles" y "amplía los ámbitos donde es posible la instalación de recursos energéticos renovables y limpios, en muchos casos compatibles con la agricultura".
"Cuando empezó a redactarse la revisión del Plan insular la idea de cambio sustancial en el modelo turístico parecía lejana y a veces ilusoria. Desde entonces la realidad ha confirmado la apuesta que desde el Plan se hace por una diversificación turística que potencia el turismo cultural, de congresos, gastronómico y muy en especial apoyado en una experiencia respetuosa y culta del paisaje irrepetible de la isla. Se trata de cualificar la oferta y hacerla evolucionar hacia una demanda de valor añadido, renovando y cualificando los núcleos turísticos existentes y apostando por la identificación del valor del paisaje como marca de Lanzarote, distinta de otros destinos de sol y playa", detalló José María Ezquiaga.
Capacidad alojativa turística de la isla
Según el Cabildo, "el nuevo plan no incrementa ni la superficie de los suelos, ni la capacidad alojativa turística de la isla, por el contrario, la reduce hasta el techo de las 95.050 plazas frente a las 105.089 del Plan de 1991 e incrementa la superficie protegida tanto por criterios paisajísticos y naturales, como por defensa de la actividad agrícola hasta las 69.200 hectáreas".
Asimismo, "se ha considerado como relevante la huella ecológica de la isla". Gran parte de los recursos alimentarios de la isla tienen que importarse del exterior, así como la práctica totalidad de su energía consumida y esto, según el director del equipo redactor de la revisión del PIOL, "no es un modelo sostenible de ordenación territorial, por más que se contengan los crecimientos turísticos". La protección de los suelos de valor agrícola y ganadero no significa su congelación, sino una regulación que proteja la agricultura frente otros usos urbanos y que permita la viabilidad de unas explotaciones sostenibles y rentables económicamente.
De igual forma, se apuesta "por destinar suelos de menor valor en el entorno urbano de Playa Blanca y Costa Teguise, a la producción de energía limpia, principalmente fotovoltaica en coherencia con el plan energético de Canarias", lo que "permitirá las inversiones en este sector estratégico para el futuro insular", según el Cabildo.
Litoral
Por último, entre otros aspectos que destacó José María Ezquiaga, el Plan Insular contempla Unidades Litorales Homogéneas y Planes Territoriales Parciales de Ordenación del Litoral para regular los usos en el mismo y materializar la adaptación al cambio climático y la gestión integrada de las zonas costeras.
A través de estos planes se regularán en detalle los usos del suelo rústico y del medio marino en cuestiones tales como la regulación del acceso litoral; es decir, apartamientos, red viaria, integración paisajística de las instalaciones; infraestructuras admisibles; actividades náuticas, amarres, producción energética; la regeneración, restauración y acondicionamiento de las playas; el control de vertidos aguas residuales y salmuera y el tratamiento de las fachadas marítimas urbanas.