La asociación pide "un poco de cabeza" a la hora de entregar ofrendas

Los Dolores también son una fiesta para Cáritas y los más necesitados de la isla

La religiosidad es sin duda el principal carácter de las fiestas de Los Dolores, pero no es el único. Y es que, la solidaridad también esta presente en esta festividad. Las ofrendas que los romeros depositan a los pies ...

16 de septiembre de 2011 (12:45 CET)
Los Dolores también son una fiesta para Cáritas y los más necesitados de la isla
Los Dolores también son una fiesta para Cáritas y los más necesitados de la isla

La religiosidad es sin duda el principal carácter de las fiestas de Los Dolores, pero no es el único. Y es que, la solidaridad también esta presente en esta festividad. Las ofrendas que los romeros depositan a los pies de la Virgen son destinadas a Cáritas, que se encarga de repartirlas entre los más necesitados de la isla. Un hecho que, teniendo en cuenta el gran volumen de personas que acuden a esta cita con la Santa Patrona de Lanzarote, supone "una ayuda importante" para la asociación.

"La feria de Los Dolores cierra la temporada de las fiestas de Lanzarote y es una ofrenda grande, porque participa casi todo Lanzarote. Nos ayuda bastante y nos mantiene por un tiempo, para no tener que estar pidiendo y gastando dinero de los fondos", señala la coordinadora de Cáritas en la parroquia de San Ginés, en Arrecife, Gloria Ugarte.

Así, todas las ofrendas recogidas durante el día de la romería de Los Dolores son repartidas por Cáritas entre los usuarios más necesitados de su parroquia. Eso sí, sólo en Arrecife. "En el resto de municipios no se suele repartir, porque ellos ya han tenido sus ofrendas y la demanda además es menor. Si ellos tienen algún problema, nos lo derivan para Arrecife, eso sí. Pero lo que se recoge de Los Dolores se queda en el comedor, la casa de acogida y las cuatro parroquias de Arrecife", explica Gloria Ugarte.

Concretamente, los alimentos serán trasladados desde la iglesia de Nuestra Señora de Los Dolores en Mancha Blanca hasta San Francisco Javier y se distribuirá entre las parroquias de Altavista, La Vega, San José Obrero (Titerroy) y San Ginés. Eso sí, siempre de una forma equitativa y teniendo en cuenta las necesidades de cada parroquia. "Nos lo repartimos todo como buenos hermanos", asegura Gloria Ugarte que, aunque no sabe precisar que cantidad exacta de alimentos han recogido en años anteriores, afirma que suelen venir "dos camiones enteros cargados de cosas".

Algunos alimentos, según explica la coordinadora de Cáritas en la parroquia de San Ginés, irán directamente a parar al comedor social de la organización o a la casa de acogida, ya que "no siempre es fácil repartirlo de una forma justa". "Con esto de las ofrendas, cada cosa que te dan sirve para dos o para tres personas, pero no para todos. ¿Y a quién se lo das? No hay para las 40 personas que atendemos. Algunos vienen con botes de mermelada, pero si no tengo 40, es complicado. Intentas darlo a las familias y hacerlo con justicia y con cabeza, pero es difícil. Sin embargo, si nosotros compramos, lo compramos todo igual y hay para todos", precisa Gloria Ugarte. "Cosas muy grandes, como latas de aceite de 5 litros, por ejemplo, se quedan a veces en el comedor y en la casa de Cáritas, porque ahí hay más uso. O a veces dan un bote de Cola Cao de un kilo, y para no dárselo sólo a un usuario o repartirlo en paquetitos, pues se queda también en la casa de acogida", añade.

Eso sí, todo ello se intenta repartir de forma que no se estropee. "Hay cosas que es difícil repartir como esas calabazas enormes que llevan, pero intentamos repartirla para que no se estropee, porque lo que no se permite Cáritas es que algo se eche a perder y haya que tirarlo".

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Por ello, Gloria Ugarte también pide "un poco de cabeza" a la gente a la hora de hacer sus ofrendas. "A veces traen hasta botellas de vino, ron y coñac y eso no son productos para usar aquí", señala la coordinadora de Cáritas en la parroquia de San Ginés. "También llevan cosas como el gofio. Hay un colectivo al que le gusta, pero no es algo que le guste a todo el mundo, porque no están habituados a ello. Y tampoco puedes almacenarlo mucho tiempo, porque después se estropea".

En este sentido, Gloria Ugarte hace un llamamiento a las personas que acudan a hacer sus ofrendas a la Virgen de Los Volcanes. "Necesitamos alimentos no perecederos, aunque hay parroquias en las que, por ejemplo, de pasta y arroz estamos saturados. El aceite que no se estropea, el café y las latas son cosas más socorridas. Y luego, la legumbre. Además, tampoco tenemos almacenes súper buenos para tener la comida mucho tiempo. Y esto es más fácil que no se estropee".

"La gente lo está pasando mal"

La parroquia de San Gines, en Arrecife, atiende a alrededor de 40 personas a través de Cáritas. Algunas, personas que viven solas y otras con familia e hijos. Una cifra que, según precisa la coordinadora de Cáritas en esta iglesia, se repite en el resto de parroquias de la capital. "La gente lo está pasando mal, aunque le cuesta trabajo venir a Cáritas, llorar, decir?".

De hecho, explica Gloria Ugarte, antes de llegar a Cáritas, las familias deben pasar por los Servicios Sociales bien del Cabildo, del Ayuntamiento o de Lanzarote Acoge. "Hay que tener un conocimiento mínimo de la situación familiar. La evaluación es necesaria, porque si no los listos se comen a los tontos. Y las personas deben de tener conciencia de que ellos tienen problemas, pero que también hay más gente en su misma situación", señala.

Las cifras, según Ugarte, son menores que en años anteriores de la crisis. "Ahora ha bajado, porque hubo una época de desbordamiento total, aunque también hay más grupos, asociaciones, que reparten comida y está más distribuido por todo Arrecife. Si van a un sitio, no van a otro", explica.

Eso sí, a juicio de Ugarte, la gente es Lanzarote "es solidaria y generosa". "Se pide y traen. Que necesitamos un cochecito, por ejemplo, nos lo traen", añade. Aunque, a veces, "hay que tener cuidado". "La gente a veces trae cosas por traer, como por ejemplo ropa. La gente necesita ropa, pero que esté bien, no rota o sucia como llega a veces. Y hay que pensar también que son para gente necesitada, porque llegan también trajes de fiesta, taconazos. Y ese tipo de ropa no encaja en Cáritas, porque no es lo que necesitan. No es que Cáritas no quiera las cosas, sino que quiere un poco de colaboración", concluye.

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