La presidenta del Consejo Regulador del Vino de Lanzarote, Ascensión Robayna, ha presentado este viernes su dimisión "irrevocable" y junto a ella se han ido cinco miembros de su plancha, que representa al sector de los viticultores. Así lo ha confirmado a La Voz la propia Robayna, que no ha querido entrar en detalles sobre los motivos de su marcha.
"El sector no tiene nada que ver y goza de una salud excelente. Va a haber una cosecha maravillosa y el vino se está vendiendo todo y bien", se ha limitado a señalar la ya ex presidenta del Consejo Regulador. Sin embargo, lo que al parecer no gozaba del tan "buena salud" eran las relaciones dentro de este órgano.
Las tensiones internas habrían llevado a Robayna y a casi todos los miembros de su lista a adoptar esta decisión, cinco meses después de haber asumido el cargo tras las últimas elecciones.
En concreto, junto a la presidenta se han ido los otros tres vocales que representaban al sector de los viticultores y dos de los suplentes de esa lista. Así, el Consejo estaría ahora sólo representado por los cuatro vocales del sector bodeguero y por dos suplentes de la lista de los viticultores, lo que podría abocar a un nuevo proceso electoral en el Consejo Regulador.
Desacuerdos desde el principio
Tras los últimos comicios, las bodegas pequeñas se impusieron a las grandes, que quedaron fuera de las elecciones por no haber presentado correctamente su candidatura. Las tensiones entre los vocales elegidos para representar a los bodegueros y los vocales de los viticultores se evidenciaron desde el principio, cuando necesitaron más de un intento para llegar a un acuerdo sobre quién debía ostentar la presidencia.
Finalmente, el pasado mes de noviembre acordaron compartir la presidencia de forma rotativa, de forma que Ascensión Robayna ocupara este cargo durante dos años, para dejar después paso a Dolores Díaz, vocal representante de los bodegueros hasta final del mandato.