Con algo más de una hora de retraso sobre el horario previsto, la comisión judicial ha aparecido en la casa de Caty Villalonga y su hijo de 17 años, para proceder al desahucio. Una decena de agentes de la Policía Nacional acompaña a esta comisión, mientras unas 50 personas siguen coreando consigas para intentar evitar este desalojo.
En estos momentos, una representante de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca está hablando con la comisión judicial, para intentar convencerles de que den marcha atrás en esta medida. Mientras tanto, Caty continúa en la vivienda, asomada a la ventana y sin poder dejar de llorar.
Por su parte, la comisión ha respondido que no tiene potestad para cambiar la decisión del Juzgado, y que debe limitarse a ejecutar el desahucio.
Caty ni siquiera ha sacado sus muebles y objetos personales de la vivienda, ya que asegura que no tiene dónde ir. Decenas de miembros de la Plataforma, vecinos y hasta turistas le están brindado su apoyo en esta dura mañana.
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