El Cabildo de Lanzarote, a través del Área de Obras Públicas, ha reanudado esta semana los trabajos de señalización y balizamiento que se están ejecutando en varias carreteras insulares, tras concluir el periodo de hibernación decretado por la alarma sanitaria en todo el país.
Estas obras de mejora se llevan a cabo por la empresa adjudicataria Señalizaciones Conejeras S.L y "cuentan con una inversión de 138.299,84 euros de fondos propios de la primera Corporación Insular", según explica el consero de Obras Públicas, Jacobo Medina.
Medina detalla además que "las obras, cuyo plazo de ejecución es de tres meses aproximadamente, van a buen ritmo y consisten en la reposición de la señalización horizontal y del balizamiento de hasta seis carreteras de la isla, según la normativa vigente y el entorno de influencia".
Carreteras que se verán mejoradas
Concretamente, las carreteras que se verán mejoradas son la LZ-2, que une la capital de Arrecife con la localidad sureña de Playa Blanca, en el tramo comprendido entre el cementerio de Tías y Mácher; la LZ-20 (Arrecife ? Tinajo), en el tramo de Tiagua hasta Tinajo; LZ-14 (Los Mármoles ? las Caletas); LZ-503 (Conil ? Masdache); LZ-702 (Uga ? Femés); LZ-703 (las Breñas ? El Golfo) y LZ-704 (Yaiza ? El Golfo) en su totalidad.
"Las obras se están ejecutando con el tráfico abierto. No obstante, en algunos tramos, debido a las características de la vía, los trabajos se realizarán en horario nocturno, por lo que es muy importante que los conductores presten atención a las señales de tráfico", explica el consejero.
Para la señalización de las vías se empleará pintura termoplástica para facilitar el trazado a los conductores en circunstancia de visibilidad reducida, como es en horario nocturno o condiciones climatológicas adversas, así como pintura plástica en frio para el repintado de los cebreados y distintas simbologías.
En cuanto al balizamiento horizontal y vertical, se colocarán captafaros retrorreflectantes, conocidos como "ojos de gato", que se instalarán sobre la plataforma o fuera de ella con el fin de reforzar la capacidad de guía óptica que proporcionan las marcas viales, señales y carteles verticales, al tiempo que también se repondrán los captafaros de la barrera de seguridad metálica.