El Consistorio sureño quiere contar con un minitren y un taxi acuático desde Pechiguera hasta Papagayo y planea una inédita intervención humana sobre el litoral marítimo

El Ayuntamiento de Yaiza presenta un megaproyecto turístico en medio de la polémica por las licencias de construcción

Las primeras ideas del Plan de Desarrollo Turístico y Urbanístico de Yaiza se harán efectivas a largo plazo. El Plan Parcial de Yaiza se está efectuando poco a poco pero en 2030 Playa Blanca presentará un ...

9 de junio de 2006 (06:00 CET)
El Ayuntamiento de Yaiza presenta un megaproyecto turístico en medio de la polémica por las licencias de construcción
El Ayuntamiento de Yaiza presenta un megaproyecto turístico en medio de la polémica por las licencias de construcción

Las primeras ideas del Plan de Desarrollo Turístico y Urbanístico de Yaiza se harán efectivas a largo plazo. El Plan Parcial de Yaiza se está efectuando poco a poco pero en 2030 Playa Blanca presentará un aspecto completamente diferente al actual, en caso de que prospere la idea que baraja el Ayuntamiento. Todo ello se ha explicado en el proyecto que el arquitecto holandés Ben Van Berkel, ha creado para el Consistorio sureño.

El programa urbanístico y turístico, cuya redacción ha costado al Ayuntamiento de Yaiza 200.000 euros, fue presentado como un intento para lograr una "mejora de la dinámica urbana" por medio de la "creación de una identidad sostenible". En síntesis, la idea principal consiste en construir en Playa Blanca más equipamientos y más servicios, "propios de una ciudad turística", según explicó VanBerkel. "Liberar la primera línea de costa de la presión urbanística es esencial para los planes que hay para Playa Blanca, una zona que todavía no tiene condición de ciudad", comentó Van Berkel.

El presupuesto que demandaría este proyecto no ha sido ni siquiera estimado por el Ayuntamiento que preside José Francisco Reyes, aunque apuesta a realizarlo "con inversiones públicas y privadas", según comentó. Además, Van Berkel añadió que muchas de las mejoras no costarán "casi nada" de dinero, "porque se trata de desvíos y alternativas organizativas que se pueden efectuar sin gastos excesivos".

La idea es que en un futuro, Playa Blanca esté compuesta por tres núcleos poblacionales que compaginen los servicios para el usuario turístico y para el residente. Estos dos focos estarán unidos por un anillo central operativo para los residentes y otro anillo de conexión más turístico y más amplio.

Lo más relevante de este plan es un paseo panorámico que aprovechará toda la línea costera, donde habrá salientes para el baño y piscinas "naturales", lo que significará una importante intervención humana sobre el litoral, alterando el paisaje natural, sin precedentes en la isla.

Para la movilidad en la zona se contempla la utilización de un minitren y de un watertaxi, una emabarcación que unirá todos los puntos "neutrales" de la costa. Van Berkel, director del estudio de arquitectura UN Studio, propone entre sus actuaciones una ruta marítima con siete pequeños embarcaderos en el litoral de Playa Blanca que permitan visitar este lugar a través de pequeñas embarcaciones. "Así se podrá a acceder vía marítima a playas a las que es difícil llegar por tierra", explicó. El recorrido del "watertaxi" comprenderá el espacio costero entre el Faro de Pechiguera y las playas de Papagayo, que por lo tanto tendrían un servicio regular de transporte marítimo. Lo que no se han explicado son las alteraciones medioambientales que el funcionamiento diario y frecuente de esa embarcación podría causar en el medio marino, ni tampoco siquiera si se ha encargado un estudio al respecto.

Ya en el ámbito urbano, la zona central de Playa Blanca será peatonalizada, según este proyecto. Por último, en la zona de el Golfo también se pretende realizar una intervención, aunque según el arquitecto, "mantendrá su poética actual". No obstante, se prevé la construcción de un paseo marítimo y se hará peatonal el acceso al núcleo poblacional, al que sólo conectará una nueva vía situada en la parte interior.

El proyecto de Van Berkel contempla que en el mismo pueblo de Yaiza se suspenderá el tráfico por el vial que cruza la población. "Se accederá al casco por un vial alternativo que permitirá que en el interior pueda haber más movilidad", asegura, señalando que esto repercutirá en que se pueda agrandar el parque del pueblo y habilitar un espacio multiusos para aparcamientos, mercadillos, ferias y exposiciones.

El alcalde no revocará las licencias

Al margen de ese megaproyecto para dentro de casi tres décadas, y entrando en un tema más candente, como lo es el requerimiento de más información por parte del Cabildo acerca de 235 licencias de las 406 presentadas por Yaiza después de que la Justicia le obligara al alcalde a hacerlo, José Francisco Reyes asegura que "el Cabildo sabe más de esas licencias que yo" y achaca toda la polémica a "una estrategia de presión del Partido Socialista, que se podría ocupar de otros municipios donde hay hoteles a primera línea de playa que deberían ser derruidos".

Reyes afirmó además que no revocará las licencias cuya legalidad cuestiona el Cabildo. Al respecto, el primer edil apuntó que "el Cabildo se gastará el dinero del pueblo en abogados para una vía judicial contra Yaiza, un municipio que lo único que ha hecho es crecer en economía, un municipio que alberga el mayor número de paisajes y parques protegidos de la Isla, y que lamentablemente tendrá que defenderse ante una política de opresión del Cabildo".

Sobre la oferta turística y residencial, el alcalde consideró que la Primera Corporación insular se debería preocupar por "las personas que trabajan en Playa Blanca, que tienen derecho a tener su residencia en el sur, para que no tengan que desplazarse todos los días desde Arrecife o Playa Honda". Reyes dijo además que aunque las puertas del Ayuntamiento de Yaiza siempre han estado abiertas para la inspección, no permitirá que le hagan "obstruir las labores administrativas cotidianas".

Por último, el alcalde de Yaiza puso en duda que a los técnicos del Cabildo les haya dado tiempo a analizar las más de cuatrocientas licencias que según él "se entregaron en un mismo documento que abarca los planes urbanísticos de Playa Blanca". José Francisco Reyes, en lugar de ir informando al Cabildo periodicamente sobre las licencias de construcción que iba otorgando, no notificó las de los últimos cinco años hasta que una sentencia judicial le obligó a hacerlo. Desde la Corporación insular aseguraron que eso fue una estrategia del alcalde para dificultar que los servicios jurídicos analizaran cada una de ellas dentro del plazo que marca la ley para recurrirlas.

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