La marea de plástico que inunda las costas gallegas desde la caída de varios contenedores que portaban sacos de 25 kilogramos llenos de pellets (pequeñas bolas de plástico) en el mes de diciembre está dejando imágenes de decenas de voluntarios limpiando y colando el plástico de las playas gallegas han llenado los telediarios en los últimos días. Incluso, el pasado 5 de enero la Xunta de Galicia activó el Plan Territorial de Contingencias por Contaminación Marina Accidental.
Esta realidad, que no es nueva, se ha acrecentado en los últimos días, por el vertido de toneladas de bolas de plástico al mar. A raíz de ello, se han hecho hecho de la presencia de estos pellets también en las costas canarias. Este mismo miércoles el Gobierno regional ha decretado la prealerta a causa de la presencia de una pequeña cantidad de estos materiales en la localidad costera de Bajamar, en el norte de Tenerife. Así lo ha informado el Consorcio de Seguridad y Emergencias de Lanzarote, tras una notificación recibida por el Gobierno canario.
Además, también se han visto pellets en la playa de La Garita en Lanzarote. Sin embargo, la presencia de estas bolas de plástico y de otros microplásticos en las costas conejeras son frecuentes y llevan años dándose a causa de las corrientes marinas que arrastran estos residuos hasta Canarias. Por ejemplo, desde Lanzarote Limpia han hecho llegar a La Voz varias imágenes dónde se pueden ver estos residuos acumulados en las orillas de las playas.
El biólogo marino canario Pablo Martín explica en redes sociales "que estas pequeñas partículas son las que se utilizan para generar los productos plásticos que tenemos en nuestro día a día". Así pues añade que es importante limitar al máximo el consumo de plástico para evitar que este material siga contaminando el planeta.
"Recoger estas partículas de plástico es una tarea altamente complicada", apostilla Martín. A lo que añade que "es un problema muy serio porque estos pellets de plástico no se van a degradar, ni a desaparecer", sino que acabarán en el estómago de cualquier animal marino.
El biólogo marino añade que este plástico se hará cada vez más pequeño t pasará a convertirse en microplástico y transmitir sustancias tóxicas.
