Piden mejoras en los parques infantiles de Lanzarote para adaptarlos a los niños con autismo

Uno de los afectados reclama que "lo ideal sería que las administraciones locales de la isla se acercaran a las familias, escucharan sus necesidades, contaran con el asesoramiento de profesionales y comenzaran a dar pasos en esta dirección"

21 de julio de 2025 (16:17 WEST)
Parque infantil de la plaza del Varadero. Lanzarote.
Parque infantil de la plaza del Varadero. Lanzarote.

Un lector se ha puesto en contacto con La Voz para pedir mejoras en la adaptación de parques infantiles para garantizar la seguridad de los niños con autismo en Lanzarote.

El familiar de un niño con Trastorno del Espectro Autista (TEA) asegura que "solo unos pocos parques ofrecen actualmente las condiciones mínimas de seguridad que ellos requieren en la isla".

"Mi sobrino, como tantos otros niños con autismo, necesita jugar, explorar, disfrutar... pero también necesita seguridad que no siempre está garantizada en muchos de los espacios públicos infantiles de nuestra isla. Y no se trata solo de columpios accesibles o de suelos amortiguadores, que también son importantes y obligatorios según la normativa, sino de algo tan básico como un cierre perimetral seguro que evite que estos niños, que no reconocen el peligro como otros, salgan corriendo hacia una carretera o vial cercano", apunta.

En este sentido, el lector señala que "no se trata de sobreproteger, sino de darles un entorno en el que puedan jugar con libertad y tranquilidad, sin que sus familiares tengamos que estar en un estado constante de alerta, temiendo que un despiste de un segundo termine en tragedia". 

Además, explica que "muchos de estos niños no atienden a razones de riesgo, no entienden el peligro del tráfico ni reaccionan ante llamadas de atención. Por eso, el diseño de los parques debe tener en cuenta su manera particular de experimentar el mundo".

 

Medidas que proponen

Como apunta el denunciante, "en otras regiones de España y Europa, ya se están aplicando criterios de diseño inclusivo que contemplan estas realidades. Guías como la del laboratorio de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) o campañas como Play for All en el Reino Unido están marcando el camino hacia una infancia verdaderamente inclusiva". 

Entre las medidas que proponen, están los recorridos claros y predecibles con suelo visualmente diferenciado, zonas de calma donde los niños puedan retirarse si sienten sobreestimulación, señalización visual sencilla y pictogramas, juegos diseñados en colaboración con familias y terapeutas, cierres perimetrales seguros para evitar riesgos, inclusión de juegos sensoriales o accesibilidad para cualquier niño.

"Aquí en Lanzarote tenemos la oportunidad y la responsabilidad de dar un paso al frente porque no estamos hablando de privilegios, sino de igualdad real de oportunidades para la infancia porque no hay inclusión sin seguridad. Y porque los parques públicos deben ser, por definición, para todos", dice.

"No pedimos lujos ni parques temáticos, solo espacios pensados para que niños como mi sobrino puedan disfrutar como cualquier otro. Sería deseable que las administraciones locales de la isla se acercaran a las familias, escucharan sus necesidades, contaran con el asesoramiento de profesionales y comenzaran a dar pasos en esta dirección. Los niños con TEA también merecen correr, reír y jugar, pero sin que eso se convierta en una situación de riesgo constante", finaliza.

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