"Estas obras en la carretera de San Bartolomé, en la vía de servicio, antes de la gasolinera Cepsa, comenzaron en Navidades. Todo parecía que iba a un buen ritmo, se veían obreros, máquinas, y todo aparentaba que la cosa iba por buen camino. Tendríamos que aguantar las obras, pero se acabarían pronto.
Cual es mi sorpresa, que hace ya dos semanas no se ve un alma por ahí. Es increíble, pero a los que vivimos o trabajamos por aquí, nos están haciendo una faena. Las obras son a veces inevitables, pero no puede ser que se empiecen y se dejen en el aire, que no se avance, y que todos los que pasamos por ahí nos veamos perjudicados.
No sé a quien compete, si al Ayuntamiento, al Cabildo o quien sea, pero espero que el señor Cándido o el ilustrísimo presidente del Cabildo tomen nota, de la poca actividad laboral por esta zona.
Esta obra es la segunda parte de una obra que comenzó con un corte en la misma carretera general. Cuando comenzó esta primera parte, llamé al Ayuntamiento, para que señalizaran el corte de la carretera, porque no habían puesto indicaciones.
Se presentó un señor, que estuvo viendo las obras, y quedamos en volver a hablar. Al ratito le llamé al Ayuntamiento, y el muy cachondo me dice, que esa obra no es de él, sino del Cabildo. Yo sólo me pregunto: ¿si no saben lo que tienen entre manos, para qué pierden el tiempo y nuestro dinero?
Espero que alguien pueda leer esto, y que sirva para que se den cuenta de que hay una obra a medio terminar que fastidiando a mucha gente".