Un lector se ha puesto en contacto con La Voz para denunciar la "confusión" que causa una señal de tráfico en Arrecife situada en la calle Manolo Millares.
Según manifiesta el ciudadano, "aparcar en Arrecife se ha convertido en un gran problema y lo más aconsejable es quedarte en las afueras, pero antes hay que cerciorarse de “señales trampas” que te lo impiden y están situados estratégicamente con la mala intencionalidad política de obtener fines recaudatorios".
Al parecer, el lector se encontró una multa en su parabrisas por "no obedecer una señal de prohibición o restricción" tras aparcar junto a esta señalética. En este sentido, critica que "existe una señal preferente que no lo prohíbe porque no hay marcas prohibitivas ni en la acera ni en el margen con la carretera... no existe línea de color y el piso está deteriorado".
Además, apunta que "la denuncia añade que el lugar de la infracción es en la calle Manolo Millares 113 y es un dato incorrecto porque vehículo no estaba estacionado frente a esa finca, lo estaba justo frente a los antiguos 'Almacenes de los Betancores' que tiene otro orden numérico y otro destino".
Es por lo que por ello el ciudadano manifiesta que se trata de "un disco trampa cerca de la zona que prohíbe estacionar hasta la siguiente intersección y que pasa desapercibido por su confusa ubicación".
"Entendiendo que ese disco desconcertante y de imprecisa ubicación es solo la justificación de un caladero recaudatorio para ayudar a sufragar los millonarios gastos de cantantes americanos y otros gastos superfluos, con los 50 euros de la multa ya podrían comprar una lata de pintura amarilla y dibujar una isleta prohibitiva clarificadora en la entrada a la tercera capital de Canarias", concluye.








