El escándalo que desató la noticia publicada el pasado mes de febrero por La Voz de Lanzarote, que desveló una licencia concedida por José Francisco Reyes para construir un pueblo con los mismos habitantes que Tinajo dentro ...
El escándalo que desató la noticia publicada el pasado mes de febrero por La Voz de Lanzarote, que desveló una licencia concedida por José Francisco Reyes para construir un pueblo con los mismos habitantes que Tinajo dentro de Playa Blanca, se ha transformado en satisfacción. Y es que tras la indignación que produjo el hecho de que, una vez más, ese permiso se hubiera tramitado a espaldas del Cabildo, que conoció los hechos a través de este medio de comunicación, finalmente se ha conseguido frenar este proyecto. Y eso, supone una victoria para todos los habitantes de esta isla.
Aunque la lentitud de los procesos judiciales hace que la mayoría de las sentencias contra licencias urbanísticas salgan cuando está todo construido y es mucho más difícil dar marcha atrás, en esta ocasión se ha logrado parar por completo este desproporcionado proyecto, al que José Francisco Reyes dio luz verde a pocos meses de las elecciones, basándose en un planeamiento municipal de hace 30 años y sin respetar ninguna de las normas urbanísticas que se han aprobado posteriormente en la isla y que son de obligado cumplimiento.
Pero esta vez, a petición del Cabildo, la Audiencia Provincial de Las Palmas ha adoptado una suspensión cautelar de la licencia, por lo que mientras se resuelve el contencioso abierto por la vía civil, no se podrá mover una piedra en esos terrenos.
Y lo más importante es que este nuevo varapalo para los desmanes del alcalde sureño no ha venido solo, ya que además de ver suspendida cautelarmente la licencia que otorgó, también va a tener que responder penalmente por ello. En este caso, fue el Partido Socialista quien consideró insuficientes las medidas emprendidas por el anterior grupo de gobierno del Cabildo contra la licencia de las mil viviendas, y decidió interponer una querella criminal que ahora ha sido admitida a trámite, y por la que tanto José Francisco Reyes como los dos técnicos municipales que avalaron la concesión de la licencia, tendrán que prestar declaración en calidad de imputados.
Y ahí hay otra importante victoria, porque el hecho de hacer que el alcalde responda por sus actos ante la Justicia sí empieza a transmitir un mensaje claro, tanto al propio José Francisco Reyes como a todos los responsables institucionales y a la sociedad en su conjunto, que lleva mucho tiempo asistiendo perpleja a una avalancha de sentencias judiciales que confirman que montañas de licencias se han otorgado al margen de la ley, sin que nadie responda por ello.
Por eso, estas dos medidas judiciales contra la megalicencia de las mil viviendas, deben ser un motivo de satisfacción para todos, al igual que lo es en particular para La Voz de Lanzarote, ya que la publicación de esta noticia el pasado mes de febrero, en la que incluso se adjuntaba copia de la licencia otorgada por Reyes, permitió que el Cabildo conociera la existencia de este proyecto, y que se iniciaran medidas legales para frenarlo.
En cualquier caso, esto también debe servir para la reflexión política en el sur, porque aunque esta vez parece que se ha podido actuar a tiempo, los ejemplos de la falta de respeto del alcalde de Yaiza a las normas urbanísticas de la isla son demasiados como para que las diferencias entre partidos estén ayudando a mantenerle con el bastón de mando. La minoría en la que le dejaron las urnas supone una oportunidad de oro para el PIL y Coalición Canaria, que tienen en sus manos la posibilidad de devolver la cordura al municipio. Porque por ahora se han conseguido frenar más de mil viviendas, 220 locales comerciales y más de 2.500 plazas de garaje, pero mañana puede ser otra desmedida ocurrencia. Y este pulso no puede durar eternamente. Que la Justicia ponga las cosas en su sitio es cuestión de tiempo pero, mientras tanto, desde el terreno político también es mucho lo que se puede hacer, gracias al voto depositado por los ciudadanos de Yaiza.
