"La élite política y económica que nos gobierna es una mafia organizada", decía la semana pasada Ada Colau. En los últimos años nos hemos acostumbrado a leer y escuchar frases terribles como esta por parte de voces autorizadas y bien informadas. Aunque es una realidad que a veces resulta difícil de asimilar, los hechos demuestran una y otra vez que nuestros gobernantes nos han venido engañando de forma cotidiana. Y de unos años a esta parte, además, los ciudadanos de este país, de estas islas, nos hemos tenido que acostumbrar a ver en las noticias las desgarradoras imágenes de miles de desahucios, de cientos de miles de personas echadas de sus casas por la codicia de los bancos y por la complicidad de un gobierno que trabaja para ellos, para las grandes fortunas. Y por si fuera poco, los responsables de la situación nos aseguran que la medicina que necesitamos, que ellos llaman austeridad, es la misma que nos está matando.
El drama humano de lo desahucios es la cara más amarga de un disparate económico y político que está siendo amparado por esas élites de las que habla Colau y que se está traduciendo en esa otra realidad, también durísima, que señala el aumento paulatino de personas que, a pesar de tener un empleo, viven en el umbral de la pobreza.
Padecemos una sobredosis de cifras y datos que a menudo nos alejan del escenario cruel que nos describen. Ocho mil quinientas familias, solo en Lanzarote, no tienen lo necesario para vivir dignamente en la isla del lujo, de los hoteles de cinco estrellas, los puertos deportivos, los campos de golf y las bodegas millonarias, que conviven, como si nada extraño ocurriera, con la angustia de miles de ciudadanos.
No es ya que hayan especulado con el suelo. No es ya que hayan esquilmado las empresas públicas. No es ya que nos hayan robado en cada megacontrato, en cada reforma laboral. Lo más descorazonador de la época que nos ha tocado vivir es que hayan intentado especular con nuestras vidas, que hayan intentado arrasar nuestras ilusiones y que hayan pretendido robarnos, en definitiva, nuestro futuro. Contra esa pretensión nos hemos puesto en pie.
2015 será el año para renovar el "Ya Basta" que tantas veces nos tocó gritar para defender los intereses colectivos de esta isla. La insensibilidad mostrada por esas élites políticas y económicas, su arrogancia y su ceguera, nos han obligado a organizarnos y luchar por recuperar el derecho a imaginar otra Lanzarote posible, en la que no se permitan desigualdades sociales indecentes como las que estamos padeciendo. Si hasta ahora nadie ha sido capaz de hacerlo, seremos nosotros los que pongamos encima de la mesa la voluntad política necesaria para traer el sentido común a las instituciones públicas.
Un equipo de personas comprometidas con este cambio que se avecina nos presentamos, con el nombre "Sí que Podemos", al Consejo Ciudadano y a la Secretaría General de Podemos Lanzarote, porque ha llegado la hora de arrancarnos las mordazas y de entrar en las instituciones para demostrar que se puede gobernar de otra manera. Del 9 al 13 de febrero te esperamos en participa.podemos.info y en las calles para comenzar a construir esa otra Lanzarote que aún podemos soñar.