El otro día estaba cultivando neuronas a medias con un colega gracias a la videoconsola y en un momento de lucidez creativa y justo cuando unos seres patidifusos y extrañamente antropomorfos le perseguían por el Golden Gate con la firme intención de aniquilarlo, comerse sus entrañas sin dejar rastro y huir con la chica, me dice textualmente:"hombre, esto lo hago yo con lapunta de la..." , le miré extrañamente contrariado y en esos momentos no le di mas importancia, pero hoy me he dado cuenta de la profundidad y
clarividencia de sus palabras.
He leído la noticia del artista australiano Tim Patch, un hombre sin
igual. Un artista sin parangón. Un genio sin precedentes. Un profeta sin
limites. Un pintor sin pincel. ¿Y como es eso? Se preguntarán muchos de losque aun no han conocido la fama mundial que empieza a tener tras realizar elretrato del primer ministro australiano...
¿pinta con la mano?
¿pinta con la mano?
(esta rima es para imprimir musicalidad al texto)
Pues no, y aprovechando que Australia no esta lejos de Camboya, les comunicare que el chico pinta con la...
(lo siento, me he quedado sin tinta pero les aseguro que el chico
pinta así)
A ver, hay tres o cuatro dudas existenciales y mil quinientos chistes malos que se me ocurren tras leer esta noticia, una de ellas es ¿tanto viento hay en Australia?, ¿estará pensando dar clases particulares? ¿Qué pasa si una chica quiere aprender con este método? ¿Qué pasa si el Vaticano le encarga la restauración de la Capilla Sixtina? ¿se puede pintar así el techo? ¿Es incómodo y sobre todo, es pecado?En definitiva, que si era eso lo que Antonio Machín quería decir con "pintor que pintas con amor" bravo por el señor Patch, pero que tenga en cuenta un refrán muy importante que nunca viene de más recordar porque creo que ha olvidado el bueno de Tim:"donde tengas la olla, no metas la..."
(uffff...¡otra vez la tinta! Si es que estos aparatos japoneses...)
David Sergio