NO AL PLAN DE PENSIONES PRIVADO PARA FUNCIONARIOS

El Gobierno central pretendía que el sueldo de los funcionarios aumentara menos que el coste de la vida. Ante las protestas sindicales, la "solución" por parte del Estado y la Generalitat de Catalunya, aceptada por ...

5 de mayo de 2006 (12:36 CET)

El Gobierno central pretendía que el sueldo de los funcionarios aumentara menos que el coste de la vida. Ante las protestas sindicales, la "solución" por parte del Estado y la Generalitat de Catalunya, aceptada por los

sindicatos mayoritarios, ha sido no darnos el sueldo que pretendíamos pero "a cambio" abrirnos un plan de pensiones privado y depositar la diferencia con el que nos deberían pagar! De este modo dicen que igualmente cobraremos el dinero, pero en diferido, y además tendremos un plan de pensiones privado, cosa que algunos trabajadores ven como una seguridad frente s las pensiones públicas que han sido intencionalmente desacreditadas, cuando estudios rigurosos aseguran que las pensiones públicas no peligran sinó todo

lo contrario. La Administración no obliga los funcionarios a aceptar este plan de pensiones, pero en caso de no hacerlo, este dinero se lo quedan los que si participan del Fondo, de manera que la gran mayoría se ha acogido.

Teóricamente ha sido un éxito... Pero en nuestro instituto de enseñanza secundaria más del 50% de la plantilla apoya una recogida de firmas para pedir al Tripartito catalán que, quienes no quiera el plan de pensiones, puedan cobrar esta parte de su sueldo directamente, y pedimos a los

sindicatos que reclamen este derecho por cualquier vía legal: "el derecho a decidir sobre el dinero que hemos ganado con nuestro trabajo". Algunos sindicatos han firmado el acuerdo y reciben jugosos beneficios por el hecho de formar parte del Consejo de Administración del Fondo de Pensiones, pero creemos que los trabajadores que no queremos estos vientos neoliberales tenemos el derecho de no depositar, durante una montón de años, nuestro

dinero en La Caixa, gestora del fondo, dado que no sabemos en qué tipo de negocios los invertirán, a menudo en operaciones altamente especulativas. Y sobre todo porque pensamos que introducir estos planes de pensiones privados

puede acabar siendo el argumento para desmontar los planes de pensiones públicas que garantizan unos derechos mínimos de los cuales los gobiernos no se pueden desentender, pues forma parte de la cultura de los derechos sociales que tantos años, esfuerzos y muertes ha costado conseguir.

SALVADOR TORRES

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