La justicia con minúsculas

Es imposible que se utilicen las mayúsculas en Lanzarote cuando se habla de justicia. Es tanto lo que se debe a esta tierra en este más que importante campo de la sociedad, que la palabra en sí se reduce a su mínima expresión. ...

21 de septiembre de 2005 (23:06 CET)

Es imposible que se utilicen las mayúsculas en Lanzarote cuando se habla de justicia. Es tanto lo que se debe a esta tierra en este más que importante campo de la sociedad, que la palabra en sí se reduce a su mínima expresión. ...

Es imposible que se utilicen las mayúsculas en Lanzarote cuando se habla de justicia. Es tanto lo que se debe a esta tierra en este más que importante campo de la sociedad, que la palabra en sí se reduce a su mínima expresión.

Es una lástima que el informe que ha realizado el Colegio de Abogados de Lanzarote fuera anticipado por un diario provincial al que, sabemos ya que por un error no malintencionado, se le adelantó el documento. Y no lo decimos porque los compañeros no hicieran un buen uso de él, que lo hicieron, sino porque nos habría gustado, aprovechando además que en LA VOZ podemos emplear más espacio para los temas que tienen que ver con la Isla, hacer un amplio seguimiento de un texto que no tiene desperdicio.

Una vez superado el asunto, este diario ofrece hoy a todos sus lectores una interesante entrevista con el decano del Colegio de Abogados, Francisco Torres Stinga, quien, intentando demostrar que con su llegada va a cambiar la relación con los medios, no tiene problema a la hora de hacer un exhaustivo repaso por los principales problemas que les aquejan en estos momentos, que son muchos, y que se recogen con precisión en el informe.

Parece increíble que a día de hoy falten en Lanzarote, lugar con el que se contrajo hace más de dos décadas una deuda histórica que sigue sin ser pagada, juzgados, ordenadores, funcionarios, jueces, fiscales, forenses, cursos de formación... Por faltar, falta hasta alguien que se haga cargo de todas las deficiencias y que asuma el compromiso de impedir que los profesionales del derecho se estén partiendo el alma para hacer que la imagen que se está dando de la Administración de Justicia sea lo menos deficiente posible, y realmente, con notable esfuerzo por su parte, lo están consiguiendo.

Dice Torres Stinga que con la puesta en funcionamiento del Palacio de Justicia no se van a resolver los muchos males que aquejan a la profesión. Sin embargo, también advierte de lo decisiva que va a ser esta semana. En primer lugar, porque hoy estará aquí el consejero de Presidencia y Justicia del Gobierno de Canarias, José Miguel Ruano, alguien que va a conocer de primera mano las múltiples conclusiones negativas del informe y que deberá tomar buena nota, puesto que la mayor parte de las competencias en esta materia las tiene asumidas la Comunidad Autónoma.

Pero también deberá tomar buena nota el ministro de Justicia, el canario Juan Fernando López Aguilar, que viene mañana a la Isla para asistir a la clausura de unas jornadas sobre justicia constitucional que se celebran en Playa Blanca. Torres Stinga tiene claro que López Aguilar conoce todos esos problemas, como también lo tenemos muy claro nosotros, y sólo hay que confiar en que se ponga de acuerdo con Ruano para coordinar el envío de soluciones. El tema no es nada sencillo de resolver, pero con algo de voluntad, dinero y recursos se puede sacar adelante.

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