Un cese injusto en Lanzarote

24 de octubre de 2017 (11:21 CET)

Me he enterado del inminente e inesperado cese del Comisario de la Policía Nacional de Arrecife D. Luis Mayandía Fernández, al parecer, porque un subordinado Ie grabó cobardemente una reunión con el resto de compañeros en la que aludía de forma incorrecta a un magistrado y a un cargo politico.

Resulta curioso y extraño, por desproporcionado, este cese. Sobretodo teniendo en cuenta que el procedimiento penal dirigido contra él ha sido archivado por el juzgado sobre la marcha, y que tanto el magistrado aludido como el cargo político, buenos conocidos de Luis, ya Ie han mostrado su apoyo incondicional a título privado. No me extranaría que sacaran públicamente notas de apoyo solicitando su permanencia en el puesto.  Y es que cualquiera que conozca al Sr. Comisario sabe de su cercanía, de su campechanismo sano, franco  y honesto, pero compatible con la más alta honradez, lealtad y dedicación profesional.

Ojalá que dichas solicitudes no caigan en saco roto. Me siento obligado a unirme a ellas con esta carta.

Conocí al Sr. Comisario con ocasión de la dura y larga defensa de unos agentes de la Policía Nacional por unos delitos graves. Me Ilamó la atencion que este Señor, con mayúsculas, se pusiera en contacto conmigo sin conocerme de nada y por unos hechos que habían ocurrido años antes de su llegada a Lanzarote. EI interés continuado que ha mostrado en este asunto, las repetidas conversaciones y llamadas de preocupación dan buena medida de su valía profesional y personal, habiéndose comportado, más que como jefe, como un padre con estos agentes y sus familias. Desde el primer momento tiene uno la sensación de conocer a una de esas pocas personas que, sobrándole méritos profesionales  (sobran sus condecoraciones, y sus anécdotas y experiencia profesional dan para varios buenos libros), destaca por un valor personal que nace de lo más profundo y bueno del ser humano. Siempre recordaré que pidió una semana de sus vacaciones personales para acudir como público, vestido de gala y haciéndose acompañar por superiores, a las largas sesiones del juicio celebrado en Las Palmas, en apoyo de sus compañeros y sus familias. Algo que yo no había visto nunca antes y dudo que vuelva a ver en mi vida.

Por detalles como este (imposible reflejar aquí todos los esfuerzos en ayuda de compañeros que han sufrido desgracias personales, por ejemplo), por toda la ayuda prestada directamente y a pie de calle (yo Io he visto) al ciudadano necesitado de protección u orientación,  también por  todas las  facilidades  que ha prestado  a los abogados  de esta isla en su trabajo —muchos me han transmitido su preocupación y su pesar-, por la imborrable huella que ha dejado en los alumnos de la Escuela de Práctica Jurídica -sienten un dolor especial, me consta -, es para mí un honor haberlo conocido.

Es mérito suyo la creación de la brigada motorizada, aumentando la presencia y la coordinación y rapidez en la actuación policial en Arrecife, en beneficio de la ciudadanía. EI tiempo dirá si, en ausencia de Luis, permanece esta brigada o la borran del mapa.

¡Qué Iástima de país en que siempre trepa aquel que por falta de méritos propios trata de brillar no por su luz propia, sino a base de pisar o tapar deslealmente  la luz de aquellos  a los que Ie sobra! IQué lástima que quienes tienen capacidad para tomar decisiones como esta por, la que hoy protesto, Io permitan, seguramente porque a dia de hoy ignoran buena parte de los méritos a que me refiero en esta carta! Sirvan estas letras al menos para que, si la lee quien tiene la potestad de restituir una situación injusta, lo haga y mantenga en su puesto a este enorme profesional. Lo queremos aquí, porque por encima de quienes lo apreciamos, quien pierde, que nadie lo dude, es la isla de Lanzarote y los que la habitamos y queremos.

En fin, vaya desde aquí mi sencillo homenaje y abrazo. Por mi solitario trabajo, nunca he tenido jefe, pero si alguna vez he de tenerlo, que sea D. Luis Mayandía Fernández. Espero volver a verte pronto aquí de Comisario.

Salud y fuerza compañero, el tiempo ya te ha dado la razón.

 

Por Eugenio Antonio Seoane-Chanes Castineira                                                                                              ,

Abogado  n° 317 del I.C.A. Lanzarote.         ""

 

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