El votante de NC: progresista y urbano

Ayoze Corujo Hernández
1 de junio de 2017 (18:43 CET)

Los devenires democráticos han dado a Nueva Canarias un protagonismo inusual con respecto al peso real que ostenta. La aritmética parlamentaria ha propiciado que se escenifique a un partido ínfimo en el Congreso, pero que en Canarias lleva desde el las elecciones autonómicas de 2007 luchando por el electorado nacionalista. Como es sabido, Nueva Canarias nace de una ruptura entre el núcleo tinerfeño de Coalición Canaria y el sector gran canario, donde, a priori, se encontraban los votantes y dirigentes más progresistas descontentos con el camino que estaba llevando a cabo el partido. Desde esta bifurcación, en las islas poseemos dos partidos nacionalistas, uno en una ubicación más conservadora, otro en posiciones más progresistas. ¿Qué caracteriza al votante de Nueva Canarias? ¿Se trata de electores más progresistas? ¿Son muy diferentes al elector de Coalición Canaria? A continuación analizaremos algunas consideraciones a partir de los datos de la encuesta postelectoral del CIS de las elecciones autonómicas del año 2015.


Como podemos observar en el gráfico 1, la autoubicación del votante de Nueva Canaria se sitúa en una posición ideológicamente de izquierda con respecto a la de los votantes de Coalición Canaria, posicionados en el eje centro derecha. Estos resultados nos confirman que la ideología puede ser una variable explicativa en el voto a partidos nacionalistas en regiones donde hay dos o más partidos en lisa, puesto que se ven obligados a diferenciare y definir su espacio electoral. Esto sirve tanto para el propio partido como para los ciudadanos, puesto que les facilita sus preferencias. Nueva Canarias siempre ha reivindicado su posicionamiento progresista, tanto en sus alianzas (caso de PSOE en elecciones nacionales), como en el intento de escorar a Coalición Canaria hacia la derecha.

gráfico 1

Por su parte, los gráficos 2 y 3 nos revelan las preferencias por la organización territorial del estado, donde existe una equiparación entre los dos electorados en las posiciones de statu quo y mayor autonomía, y el sentimiento identitario. Estos datos son relevantes a la hora de comprender por qué en las islas no existe un discurso nacionalista radical, y por qué se ha tratado de comprender el nacionalismo desde el punto de vista económico o utilitarista. Tanto Nueva Canarias como Coalición Canaria han basado sus issues en factores presupuestarios, como la financiación o el anclaje del REF. Esto puede ser debido al poco arraigo de una etnicidad o identificación propia canaria, puesto que el sentimiento que prevalece es el dual. No obstante, los votantes de Nueva Canarias son los que poseen una mayor identidad exclusiva canaria.


Desde mi punto de vista, los principales partidos nacionalistas canarios se han caracterizado por una interpretación regionalista, en un intento de canalizar la identidad local sin poner en duda la lealtad al estado español, y como ha mencionado Jordi Muñoz Mendoza, paradójicamente los regionalistas han servido de valla frente a la expansión de los nacionalismos alternativos. En todo caso, la territorialidad importa como articulación de un core value principal, pero si ésta está acompañada de una movilización de tipo identitaria las probabilidades de votar a partidos nacionalistas aumentan.

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Atendiendo a las estrategias utilitaristas o económicas de los dos partidos, cabría esperar  que sus  electorados  considerasen la situación económica de Canarias como desfavorable. Canarias, por sus índices socioeconómicos y su PIB per cápita, se la considera una Comunidad Autónoma pobre y beneficiaria, si atendemos  a las cantidades que proporcionan otros territorios. Por otro lado, esperamos que sean los votantes de Nueva Canarias los más críticos con la situación en el Archipiélago, puesto que su partido nunca ha ostentado posiciones de poder. El grafico 3 nos lo demuestra, puesto que nos indica que los mayores valores se encuentran en posiciones críticas hacia la economía regional, siendo los votantes de Nueva Canarias los que en mayor media se ubican en estos términos.

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Por último, consideramos que habría una posibilidad de que el electorado de Nueva Canarias fuese un electorado en situación de desempleo y residente en poblaciones urbanas, las más afectadas por la crisis económica. Los gráficos 4 y 5 proporcionan datos relevantes,  dado que nos indican que los dos partidos se nutren tanto de la población trabajadora como la desempleada. Coalición Canaria atrae a más empleados, y Nueva Canarias hace lo mismo con los parados. No es de extrañar la capacidad de los nacionalistas de obtener votos en diferentes clases sociales, puesto que estas formaciones se han caracterizado por ser interclasistas, dada las políticas y reivindicaciones que manejan, transversales a toda posición social. En lo que se refiere al hábitat, nuestras predicciones se cumplen. A la vez que va ascendiendo el número de población, el voto a Nueva Canarias aumenta. Al contrario, Coalición Canaria es más fuerte en poblaciones rurales e intermedias. Estos datos ligan con las interpretaciones que se han hecho sobre Nueva Canarias, en el sentido de que es un partido con base en la capital de Las Palmas de Gran Canaria y Telde, en detrimento de Coalición Canaria que se establece en ámbitos
locales de Tenerife o Lanzarote.

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Como hemos visto, los principales partidos nacionalistas de Canarias  se diferencian en aspectos fundamentales a la hora de ubicar a sus respectivos electorados. Las pocas variables que hemos analizado nos indican que el nacionalismo en las islas está polarizado, en extremos opuestos uno del otro. Los dos partidos han buscado y tienen espacios diferenciados, los que le proporciona una ventaja a la hora de enfocar temas electorales o políticas específicas. A priori, con este escenario, los niveles de volatilidad en el voto a partidos nacionalistas en Canarias no debe de preocupar, aunque no está claro si estos votantes pueden decantarse hacia partidos de ámbito estatal, como ha ocurrido con el voto dual de Coalición Canaria en las elecciones nacionales.

Así las cosas, Nueva Canarias se nutre de un electorado progresista, con una identidad dual, críticos con la situación económica de las islas, transversal y urbanita. Un electorado llamado a ser protagonista en las próximas elecciones de mayo de 2019, aunque aún queda por venir muchos acontecimientos que previsiblemente cambien en el escenario.  La escenificación de este último mes ha exaltado a este pequeño partido, que puede ver transformada su base electoral dada las consecuencias que pudieran tener sus negociaciones. De forma intuitiva, los pactos con el Partido Popular les pueden restar apoyo de electores progresistas, pero los beneficios económicos obtenidos pueden reforzar el discurso de que Nueva Canarias es el único partido capaz de defender los intereses de los canarios. Hoy más que nunca, esto sólo acaba de empezar. 

Ayoze Corujo Hernández, estudiante de cuarto curso de Ciencia Política y Administración Pública en la Universidad Autónoma de Madrid.

 
 
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