Arrecife, ciudad verde

Fabio Carreiro Lago
25 de octubre de 2019 (14:39 CET)

La apertura de la Avenida Marítima de Arrecife de nuevo al tráfico es un error pero también es un símbolo. Se abre para aquellos que no comprenden que la virtud de vivir en una ciudad pequeña y llana es poder ir caminando a casi cualquier parte con comodidad, disfrutando del hermoso paisaje costero.

La Avenida Marítima debería convertirse en un boulevard sin humos de coches y con abundante arbolado que ofreciese un paseo agradable, donde los chinijos pudieran jugar con seguridad y los mayores pudiéramos disfrutar de los bares y restaurantes de la zona con tranquilidad.

Pero esta apertura es solo un símbolo de la falta de visión de futuro de nuestros gobernantes y de lo poco que creen en las posibilidades de la ciudad.

Otro ejemplo nefasto de lo que está ocurriendo actualmente sería la construcción del Centro Comercial Garavilla, esa interminable y molesta obra que cubre de polvo Altavista, Valterra y el centro de la ciudad. Allí podría construirse un gran parque municipal con árboles, flores y zonas de ocio y deportivas como el Parque García Sanabria de Santa Cruz. De este modo se pondría a las personas en el centro de interés de la ciudad y no al consumo y al capitalismo desenfrenado.

Teniendo en cuenta el fracaso del Centro Comercial de la Rambla Medular y que ya existen en la isla pequeños y suficientes centros comerciales para cubrir las necesidades básicas de habitantes y turistas parece claro que una ciudad tan pequeña como Arrecife debería apostar por un modelo económico donde se protegiera y diera protagonismo al pequeño comercio, al comercio local.

 Se abre la Avenida Marítima aparentemente para favorecer al comercio de cercanía y a la restauración de Arrecife a los que después se perjudicará grave e inevitablemente con la apertura de un gran centro comercial, además de lo que ya se hace con las obsoletas ordenanzas municipales.

Me imagino una ciudad verde con un parque en vez de un centro comercial, con un boulevard arbolado en vez de una carretera para coches en el frente marítimo, sueño con un parque en El Islote del Francés en vez de un parking, basuras y edificios ruinosos y pienso que la recuperación o reconversión del Parque Temático, del Parque Islas Canarias y del Parque Ramírez Cerdá, sumidos en un completo abandono convertirían el centro de Arrecife en una ciudad verde donde todos nos sentiríamos más felices y orgullosos de vivir.

 

Fabio Carreiro Lago, escritor

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