La empresa Harinera Lanzaroteña ha decidido bajar el precio de la harina como medida de protesta ante las subvenciones al transporte que reciben los productos que llegan desde Gran Canaria y Tenerife, ya que considera que suponen una "competencia desleal" que les deja en situación de desventaja.
La medida se aplicará también en Fuerteventura, con quien Harinera Lanzaroteña ha acordado plantar cara a las islas capitalinas, intentando vender por debajo de los precios que ofrecen las empresas grancanarias y tinerfeñas. "Aguantaremos así el tiempo que podamos", afirma el dueño de la empresa, Agustín Márquez.
Su demanda es que "en vez de dar el dinero a los canariones y a los chicharreros para que vengan aquí y vendan más barato", que se lo den a las industrias de las islas no capitalinas para que también puedan ofrecer unos precios competitivos. "Nosotros pedimos un trato igual", insiste Márquez.
Además, añade que "con esta medida, vamos a ver quién es quién, ya que hay industrias que no nos compran a nosotros, porque dicen que es más caro. A ver si ahora, que es más barato, nos apoyan a nosotros o siguen apoyando a la industria de Gran Canaria".
Según afirma Agustín Márquez, Harinera Lanzaroteña tiene capacidad para producir cerca de 2.000 toneladas mensuales, pero sólo se están vendiendo 500. "Tenemos el 60 ó 70 por ciento del mercado, mientras antes teníamos el 100. El resto viene de fuera".
Desde la empresa adelantan que mantendrán todo el tiempo que puedanesta bajada de precios, aunque advierten que "si el Gobierno de Canarias no nos compensa, acabaremos subiendo los precios e iremos a Europa a denunciar esto".
Además, Agustín Márquez sostiene que cuentan con el respaldo de las asociaciones empresariales e incluso del Cabildo de Lanzarote, que pidió a los parlamentarios regionales de la isla que se implicaran en este tema, aunque lamenta que hasta el momento "no han hecho nada". Por eso, ha decidido volver a levantar la voz."Industrias aquí ya no se ponen más y las que hay van a desaparecer", advierte.
