El Queen Elisabeth no ha podido atracar este miércoles en el puerto de Los Mármoles y ha puesto ya rumbo a Gran Canaria. El oleaje y la mala mar han hecho que la maniobra no fuese posible y el barco haya tenido que cambiar de rumbo. El presidente de la Cámara de Comercio, José Torres, se ha pronunciado al respecto, apuntando que este tipo de situaciones se producen por la "falta de infraestructura" del puerto, que achaca a "la falta de interés del órgano que nos tutela". Tras lo sucedido, Torres considera que la reivindicación de una autoridad portuaria propia para Lanzarote "cobra más sentido si cabe".
Este crucero, que tenía previsto atracar a primera hora de la mañana, lleva a bordo entre tripulación y pasajeros más de 3.000 personas. "Para nosotros, en tierra, imagine lo que supone perder un barco con tres mil y pico personas entre pasajeros y tripulantes", lamenta el presidente de la Cámara. Torres incide en que esto produce también un "caos" para la naviera. El barco, señala, se ve obligado a "reactivar" su programación, abriendo sus establecimientos de restauración y las actividades de animación, o cancelando los "descansos" previstos para la tripulación, además de "perder ventas" en excursiones. "El enfado de la compañía es doble", concluye el presidente de la Cámara. Según explica, se produce el "agravante" de que el Queen Elisabeth tenía previsto realizar el cambio de tripulación en Lanzarote, de manera que los trabajadores de relevo ya se habían trasladado a la isla.
Así, Torres considera que el hecho de que un barco no pueda atracar "arroja un futuro incierto para el puerto", puesto que las navieras pueden decidir "quitar del mapa" a Lanzarote "si ven que este puesto no es estable" y hacer escala en otro puerto canario, como el de Las Palmas o Tenerife, "que son puertos seguros". "Además, se trata del Queen Elisabeth, que no es cualquier barco. Es una referencia mundial y, por lo tanto, nosotros como destino no salimos bien parados", recalca el presidente de la Cámara, que recuerda que "esto ya le ocurrió a este barco en otra ocasión". "Lo que ocurre al final es que te quita del panorama".
Una inversión que "no está ni anunciada"
Para José Torres este hecho está ligado a la petición de una Autoridad Portuaria para Lanzarote, una solicitud que partió la Cámara de Comercio y a la que se han adherido distintas patronales, entidades e instituciones de la isla, incluido el Cabildo insular. "Los puertos tienen que estar abrigados, el agua tiene que estar tranquila dentro del puerto; pero como aquí faltan infraestructuras de cierre, desde que se levanta el tiempo del este y se va al sur, el puerto se complica. Se produce una agitación, sumada al viento, y las maniobras son imposibles", señala.
Así, para el presidente de la Cámara de Comercio "hacen falta una serie de infraestructuras que no están ni anunciadas". Se refiere, concretamente, a una dársena de cierre que permita "el cierre sur total para que la dársena interior esté totalmente protegida y los barcos puedan entrar sin ningún problema". Torres afirma que la ampliación del puerto "mejorará un poco la operatividad" pero recalca que ese cierre "seguirá faltando".
"En Gran Canaria todos los días están planteando ampliaciones y con este puerto no parece que haya el mismo interés", insiste, a la vez que incide en que el "conflicto" que se genera cuando un crucero no puede atracar es "titánico". "Lanzarote tiene mucha fuerza en la ruta del Atlántico y, por eso, gracias a Dios nos mantenemos. Pero ya es hora de que tengamos unas infraestructuras dignas y no tengamos sobresaltos de ningún tipo y se pueda operar con tranquilidad. Esto lleva a que la isla debe autogestionar su puerto, porque nadie va a preocuparse por lo nuestro", concluye.