Imágenes: Sergio Betancort
A las 9 de la mañana se daban cita en el castillo de San José, situado frente al muelle de Los Mármoles de la capital
lanzaroteña, Arrecife, mediocentenar de motoristaslocales, al que se sumaron otro mediocentenarllegados desde
Tenerife y Gran Canaria, con el objetivo de recorrer a lomos de sus motocicletas las pintorescas carreteras que unen los siete
municipios de la Isla de Lanzarote.
El primer punto de parada, tal y como estaba previsto, fue el Castillo de San Gabriel de Arrecife, situado frente al paseo
marítimo de la ciudad. Continuando rumbo hacia el sur para hacer la segunda parada en uno de los puntos turísticos
más importantes de la isla, la Plaza Varadero de Puerto del Carmen (Tías).
El siguiente punto marcado en el rutómetro era
Yaiza, y más concretamente su Molino. Desde el municipio sureño los motoristas pusieron rumbo norte en la proa de sus
motos para adentrarse en el espectacular paisaje del Parque Nacional del Timanfaya donde un horizonte negro y rojizo deja
atónitos a los participantes de la Ruta Lanzarote 7 con estampas más propias de otro planeta.
No pudiendo eludir la insólita y abrumadora estampa del paraje que les rodea, camino de Tinajo se realiza otra parada en el
"echadero" de los camellos, infatigables animales que se encargan de pasear diariamente miles de turistas por las "laderas
de la Montaña de Fuego".
Junto a la Ermita de Los Dolores de Tinajo se realiza la siguiente parada prevista a la que le siguen, ya en el municipio de San
Bartolomé, dos paradas, una en el Monumento al Campesino, obra del omnipresente César Manrique, y una segunda en la
Plaza del Ayuntamiento de San Bartolomé, habitual punto de encuentro de sus vecinos . El convoy multicolor sigue rumbo
norte y se cuela de lleno en una de las plazas con más vida de la isla, la Plaza de la Constitución de Teguise, en cuyas calles,
callejuelas y plazas que la circundan se celebra todos los domingos el mercadillo más importante de la Isla. La ruta está a
punto de llegar a su final pero aún queda otra parada y otra foto, en Haría un pueblo blanco que resalta como un mar de luz
en un valle lleno de palmeras que es, de hecho, la mayor manifestación arbórea de la isla y que recibe a los moto turistas con
la alegría y la espontaneidad habitual de un sábado de mercadillo.
Tras la finalización de la ruta, los participantes compartieron una comida en la localidad costera de Órzola, al final de la
cual cada uno de ellos recibió el parche conmemorativo que le acredita como "moto turista" de la Ruta Canarias 88.
Desde la Organización del eventoexpresan su "agradecimiento a todos los Municipios, y en especial a
sus Policías Locales, por su colaboración en el buen desarrollo de esta iniciativa que tiene como objetivo convertir a las
islas Canarias en un destino privilegiado para los motoristas de toda Europa durante los 365 días del año".