El fiscal mantiene la petición de 5 años de cárcel por delito de lesiones

"Abría la boca sin parar. Yo le empujaba, pero acabó mordiéndome y arrancándome la oreja"

"Yo me metí a ayudar, pero fue todo muy rápido. Me caí al suelo, él estaba encima y abría la boca sin parar. Yo le empujaba, pero acabó mordiéndome y arrancándome la oreja". Esas fueron las duras ...

14 de julio de 2011 (17:54 CET)
"Abría la boca sin parar. Yo le empujaba, pero acabó mordiéndome y arrancándome la oreja
"Abría la boca sin parar. Yo le empujaba, pero acabó mordiéndome y arrancándome la oreja

"Yo me metí a ayudar, pero fue todo muy rápido. Me caí al suelo, él estaba encima y abría la boca sin parar. Yo le empujaba, pero acabó mordiéndome y arrancándome la oreja". Esas fueron las duras declaraciones de una de las presuntas víctimas, en el juicio que se celebró este miércoles contra Abderrahmane Adama Dieye.

Este hombre está acusado de un delito y una falta de lesiones, por unos hechos que sucedieron en noviembre de 2008 en el Bar Hawaian de Puerto del Carmen. Durante la vista oral, el fiscal ratificó la solicitud de pena de 5 años de prisión para Abderrahmane Adama Dieye, y solicitó una indemnización de 930 euros para una de las víctimas a la que, según el fiscal, llegó a "arrancarle la oreja".

Sin embargo, el acusado negó los hechos durante la vista oral y afirmó que fue él el agredido. Según su testimonio, aquella noche acudió al mencionado bar para "llevar un recado al disjockey" y a la salida un hombre, con el que "había tenido problemas anteriormente", le impidió salir y le roció "spray en los ojos". "Me abalancé sobre él y empezó la pelea. Luego me separaron y me llevaron a la calle, donde un chico me trajo agua para limpiarme la cara", relató el imputado.

Según su testimonio, una vez fuera comenzó una segunda pelea, en la que, según testificó, "había 7 u 8 personas" y una de ellas llegó a darle "con un taburete en la espalda". "Tuve que defenderme. Con el spray no veía nada, sólo sentía golpes", afirmó el acusado, que aseguró que entonces se cayó al suelo "con dos o tres personas más". "No noté que tenía una oreja dentro de la boca. Yo nunca he mordido a nadie", ha asegurado.

Tras el testimonio del acusado, el primero en declarar fue la primera presunta víctima con la que Abderrahmane Adama Dieye tuvo una pelea en el interior del bar. Este hombre asegura que el acusado era el ex de su novia y que tenía problemas con él "desde hace tiempo" y le había "atacado 5 ó 6 veces antes". De hecho, según precisó tanto él como la dueña del bar, Abderrahmane Adama Dieye "tenía prohibida la entrada" al local por este motivo.

"Le vi pasar desde la terraza con su coche y después vino e inmediatamente me pegó. No tuve tiempo para nada", señaló este hombre, que asegura que tras ello varias personas le ayudaron y sacaron al acusado en la calle. "Habría unas cuatro personas fuera con él. No vi nada, pero luego apareció el otro hombre y no tenía oreja", ha relatado.

"Compatible" con una mordedura

Y precisamente, a su testimonio le siguió el de la segunda presunta víctima. "Yo estaba al otro lado del bar, vi que había una pelea con varios camareros y fui a separar. Me caí, él se cayó encima y no paraba de abrir más y más la boca. Consiguió morderme y me arrancó la oreja", afirmó este ciudadano extranjero.

El médico forense que lo examinó aseguró que su lesión "es compatible con una mordedura" y que en el informe pericial precisó que era necesaria una intervención de cirugía plástica, que al final no se llegó a realizar. "Aunque se hubiera hecho, siempre queda un perjuicio estético", ha señalado.

La dueña del local, que también declaró en el juicio, aseguró que no llegó a ver la segunda pelea por el "pánico" que había en el bar, pero que vio "a gente en el suelo", y relató que vio cómo este hombre entró en el local "tapándose la oreja" y pidiendo hielo para el trozo de oreja que le habían arrancado. "Estaba confundido", señaló. Eso sí, la dueña del bar afirmó que "es posible que alguien usara un spray de pimienta dentro del local", ya que a ella misma "le picaban los ojos".

En el juicio también declaró un testigo de los hechos, quien señaló que a él también le "escocían los ojos" y que tuvo que ir "a lavarse la cara", porque le dio "una reacción alérgica". Este cliente del bar no recordaba la cara del acusado, aunque señaló que tenía "la misma complexión" que la persona a la que separó aquella noche de una pelea y que también "era de color" como el imputado.

Asimismo, recordaba ver "un tumulto fuera del bar" y después ver a un hombre "con una camiseta empapada en sangre y tapándose la oreja". Incluso, afirmó, ayudó "a buscar el trozo de oreja, que estaba tirado debajo de un coche". Eso sí, ha añadido que le dijo que esperara "a la ambulancia y que no lo hizo".

También declaró en el juicio uno de los camareros de bar, que aseguró que al ver la pelea se llevó al acusado afuera y le dijo que "no volviera a entrar". "Después, entré dentro y ya no vi nada más", señaló.

"Esas cosas no ocurren sin querer"

El fiscal ratificó la pena de 5 años de prisión para el acusado por un delito y una falta de lesiones, aunque retiró, en sus conclusiones, la indemnización de 570 euros que pedía para la primera presunta víctima, ya que él mismo ha señalado en el juicio que no quería "dinero".

"Hay que tener voluntad de morder en la oreja, porque esas cosas no ocurren sin querer", señaló el fiscal en su alegato final, donde queda acreditado que el acusado intervino en la pelea y "entró a agredir", mientras que "no queda probado si se defendió ni de que otra persona lo agrediera".

Así, apuntó que "queda descartada la legítima defensa". "Las lesiones del acusado son sólo que le escocían los ojos y una pequeña herida y contusión en la rodilla derecha. Si ese es el resultado no puede ser que se defendiera y además no se puede defender de alguien que está en el suelo", concluyó.

Por su parte, la defensa pidió la absolución del acusado al considerar que no queda probado que mordiera a uno de los hombres. "Ninguno lo ha visto", señaló el abogado, que insistió además en que este hombre "había bebido varias copas en tan sólo una hora", según él mismo declaró en el juicio.

Asimismo, señaló, que podría ser que el acusado llegase "en una actitud agresiva", pero "hay dos peleas y nadie sabe como fue la segunda". "Un testigo dijo en sus declaraciones que fue el hombre a por el imputado y nadie vio la mordedura ni le encontraron sangre".

La defensa ha pedido la pena mínima si Abderrahmane Adama Dieye saliera finalmente condenado y sólo al tener en cuenta la primera de las supuestas agresiones.

Abderrahmane Adama Dieye se encuentra actualmente en prisión, aunque por una condena anterior por otra causa.

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