TODOS SON TRABAJADORES DE LA POLICÍA LOCAL Y COMPARTÍAN UN DÉCIMO

"José Alberto, vente para arriba que nos ha tocado el gordo"

Nueve compañeros de la Policía Local de Teguise compartían un décimo ganador y se repartirán 400.000 euros. "He puesto la sirena para celebrarlo", cuenta uno de los agentes?

22 de diciembre de 2014 (15:49 CET)
"José Alberto, vente para arriba que nos ha tocado el gordo"
"José Alberto, vente para arriba que nos ha tocado el gordo"

Nueve compañeros de la Policía Local de Teguise han sido los primeros agraciados con El Gordo de Navidad que se conocen en Lanzarote, donde se han vendido diez décimos del primer premio. Todos los años juegan varios números entre dos policías, varios compañeros de administración y otros tres trabajadores de mantenimiento y limpieza. Y este año uno de ellos ha tocado. En total, 400.000 euros que se repartirán entre los nueve.

"Yo decía ‘qué va, es imposible’, pero cuando he oído los gritos y he visto a todo el mundo saltando y brincando ya he pensado: ‘pues va a ser que es verdad", explica José Alberto, policía de La Villa. Y efectivamente, para su asombro, la noticia era cierta. Este grupo de compañeros de trabajo forma todos los años "una peña y cada uno pone un número". Este año, la señora de la limpieza llevó un décimo del número 13.437, sin imaginarse que los niños del madrileño Colegio de San Ildefonso lo sacarían del bombo acompañado de la cifra de 4 millones de euros a la serie. 

La administración número 1 de San Bartolomé, en el centro comercial Deiland de Playa Honda, vendió una serie completa, 10 décimos de este número, que este lunes han resultado premiados con 400.000 euros cada uno. "No da para colgar la porra, no", bromeaba José Alberto cuando le han preguntado qué hará con el premio en Radio Lanzarote-Onda Cero. Dice que lo usará para "tapar agujerillos" o, incluso, para comprase "un coche nuevo". 

"Estaba de servicio y me llama la compañera, otra policía que está en administración, y me dice ‘José Alberto, vente para arriba que nos ha tocado el gordo’ y yo le respondí, ´¿qué me estás diciendo? Espérate, espérate, que tengo que aparcar’", ríe José Alberto, que, cuenta, cuando llegó a la jefatura de la Policía Local de Teguise y vio el revuelo que se había armado no dudó en "encender la sirena" del coche policial para celebrarlo.

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