La defensa de la madre que se autolesionó y trató de acuchillar a sus hijos el pasado mes de junio en Arrieta ha solicitado que se le retire la medida de prisión provisional que se le impuso el pasado agosto. Su marido y padre de los niños, que en el momento de los hechos tenían 3 y 5 años, es el primero que abandera esa petición y se muestra partidario de que D.C.P.U. regrese a casa con ellos. Eso, apunta, es también lo que le piden sus hijos, que le preguntan "cuándo volverá". "Hay dos niños en casa que esperan a su madre", señala Philipp, que explica que el día de los hechos su mujer sufrió un "brote psicótico". Por eso, tanto él como su abogado sostienen que la cárcel "no es el lugar" para ella. "Es una persona enferma", incide Philipp, recalcando que ahora que "conocen" la enfermedad pueden enfrentarse a ella. Según explica, actualmente está "mucho mejor".
Esa petición para que abandone Tahíche se sustenta en el informe forense que solicitó el juez y que determinó hace dos semanas que la madre sufría en el momento de los hechos una "ausencia total" de su "capacidad de juicio". Para su abogado, Sergio Rodríguez, ese dictamen "significa la inimputabilidad" de esta madre, por lo que pide su libertad, si fuera preciso, "bajo control (psiquiátrico), vigilancia o lo que el juez entienda". A su juicio, existe una "contradicción" entre la medida de prisión provisional que dictó el Juzgado y la conclusión que brinda ahora el examen forense. A la luz de ese dictamen, el abogado afirma que no se le pedirá una "pena criminal" en el juicio, pero sí unas "medidas de seguridad". "Hay millones de variantes para no tenerla en prisión ", defiende Rodríguez, que recalca que lleva "16 días esperando" una respuesta del Juzgado a su petición de libertad y pide que se le conteste "ya".
El pasado 23 de junio, esta mujer, que es médico de profesión, se infligió graves heridas con un arma blanca e hirió también a sus dos hijos, aunque las heridas de los niños no revestían gravedad. Tras lo sucedido, esta madre permaneció varios días en la UVI y posteriormente ingresó en la planta de psiquiatría del Molina Orosa. El 29 de julio, el juez de instrucción determinó que debía imponérsele prisión provisional mientras se la investigaba por la presunta tentativa de asesinato de sus hijos. Tras recibir el alta de psiquiatría a finales de agosto, ingresó en la cárcel.
"No es una criminal, es una madre que ha hecho algo sin ser consciente"
Ahora, el informe forense ha determinado que cuando cometió esos hechos "presentaba un cuadro caracterizado por una gran confusión, agitación emocional y una importante disfunción cognitiva provocada por la existencia de un delirio que condicionaba sus actos". Esto, concluye ese dictamen, le ocasionó "una merma completa en la comprensión, en su naturaleza y consecuencias, de los hechos que se le imputan, con ausencia total en su capacidad de juicio en esos momentos".
"¿Es la cárcel el lugar idóneo para que haga una recuperación de eso?, No", se pregunta y responde su abogado. "No hablamos de una persona desestructurada", argumenta Rodríguez, que subraya que "no hay una acusación de su marido, del padre de sus hijos, al contrario, hay una ayuda constante y un deseo de que esté junto con ellos, de que ella tiene que incorporarse y estar otra vez con ellos". "No es una criminal, es una madre que ha hecho algo sin ser consciente", dice por su parte su marido.
Este hombre explica que al principio desconocía lo que le sucedía a su esposa y relata que en los últimos meses se ha "empapado de información", para "entender" su enfermedad. Tras 8 meses "aprendiendo" sobre ello, asegura que "comprende" lo que padece y quiere que su esposa vuelva a casa, con él y con sus hijos, a los que les ha dicho que "mami está en el hospital".
Desde que ingresara en prisión, los pequeños acuden con su padre a visitarla, pero solo una vez al mes, "cuando nos podemos tocar, sin otros presos, sin barrotes", apunta Philipp. Él, que la visita "cada domingo", señala que los niños le preguntan frecuentemente "cuándo volverá" su madre. "Nos llama cinco minutos al día, esos cinco minutos son la alegría de la familia", narra el marido, que incide en que los niños esperan diariamente "con ansias" ese momento para "escuchar la voz" de su madre. "¿Alguien cree que este señor va a poner en riesgo a sus hijos?", añade el abogado, que cree que al mantenerla en prisión se está cometiendo "una injusticia".
El Juzgado debe decidir "dónde" le corresponde estar
Los médicos que firman el informe forense no son partidarios de dar a la madre un "control ambulatorio". "Están diciendo que no la puedes sacar a la calle", explica al respecto el letrado, que considera que "esto es discutible". El informe señala que dada la "gravedad del trastorno mental" y la "magnitud de la violencia hetero y autoinflingida", la paciente requiere un "seguimiento obligatorio por personal médico especializado". Su trastorno, continúa el informe, describe "altas tasas de recaídas, con la característica de tener un inicio brusco de los síntomas psicóticos: cambio de estado no psicótico a otro claramente psicótico dentro de un periodo menor de dos semanas, situación que entendemos supera las posibilidades de un control ambulatorio". "Ese tratamiento, ¿cómo lo haces en este momento procesal? Eso es lo que tiene que decir el juez, cómo hacerlo, un mecanismo. Pero en prisión, no", sostiene el abogado.
En el caso de que esta madre regresara a casa, "estamos hablando de verdugo y víctimas juntos, que es complicado", admite Rodríguez, que matiza que "lo que sucede es que el verdugo ya se ha demostrado que no era imputable en el momento de los hechos". Así, reitera que lo que pide es que el Juzgado diga "ya" "dónde" le correspondería estar, insistiendo en su criterio de que la medida que se le aplique no debe ser la cárcel.
Este letrado lamenta los "retrasos excesivos" que afirma que se vienen produciendo en el caso desde que lo asumió el pasado septiembre. Recalca especialmente que el informe está fechado el 1 de marzo y él presentó su escrito solicitando la retirada de la prisión provisional al día siguiente. Así, incide en que llevan "16 días esperando". Precisamente por ese motivo, tanto él como el esposo acudieron a los Juzgados de Arrecife este miércoles. Según relata, el pasado mes de octubre ya habían solicitado su libertad, por considerar que la cárcel no era el "lugar idóneo" para ella, y entonces el Juzgado tardó "35 días" en dar su respuesta negativa. "Ahora no quiero que me pase", señala. "Entre medio hay dos niños en casa que esperan a su madre, ellos quieren que vuelva mami", agrega por su parte Philipp.
"Es posible reinsertarla"
El marido recuerda que su esposa había ingresado con ese "brote" la misma tarde del 23 de junio. Según explica, poco después de que un psiquiatra la "mandara a casa" tuvo lugar el trágico suceso. Echando la vista atrás, este hombre pone en cuestión que le dieran el alta a su esposa aquel día, y también el tratamiento que ha recibido desde que tuvieron lugar los hechos. Su abogado señala que cuando se decidió su entrada en prisión se estableció también que debía tener un "tratamiento", que considera que no ha recibido de forma adecuada. Así, ambos denuncian que, al margen de la medicación que le prescribieron entonces, ha sido vista por el psiquiatra únicamente "dos veces en siete meses". Y la segunda, incide Philipp, porque él "presionó".
Así, el esposo de esta madre subraya que el informe forense señala que debe "tener tratamiento, porque si no las recaídas son grandes, y por eso no puede llegar a casa". "Pero no le han dado ese tratamiento", lamenta. Su abogado reitera que "es posible reinsertar a esta señora" y avanza que si el Juzgado deniega su petición, recurrirá la decisión. "Si sigue en prisión, no voy a agotarme jurídicamente", adelanta.
