Fotos: Sergio Betancort
Femés vivió este viernes el día grande de sus fiestas en honor al patrón de Lanzarote, San Marcial de Rubicón, con la tradicional procesión, a la que se sumaron vecinos y cargos públicos de toda la isla. Además, a la cita también acudió este año el obispo de la Diócesis de Canarias, Monseñor Francisco Cases Andreu, que tras once años en el cargo presidió por primera vez la misa que se celebra en la localidad en el día de San Marcial.
El obispo, que comenzó disculpándose por no haber venido antes a presidir esta celebración tan importante para la comunidad católica, estuvo asistido por cinco sacerdotes, entre los que se encontraba el titular de la parroquia de Yaiza y arcipreste de Lanzarote, Sixto Alvárez.
Como cada año, la pequeña iglesia estaba abarrotada por los feligreses y muchos de ellos siguieron la celebración desde los aledaños cercanos, por megafonía. Los cantos de la celebración estuvieron a cargo de la Coral Polifónica de Yaiza, dirigida por la profesora Nuvi Tavío. Después, tras la misa, se puso en marcha el cortejo procesional, encabezado por la banda municipal de Yaiza y seguido del obispo y otros miembros del clero.
Cuando la imagen de San Marcial traspasó el pórtico de la iglesia se escucharon los primeros aplausos y vítores. Después, con la imagen situada frente al pórtico de la iglesia, la banda municipal ofreció una melodía musical y acto seguido los componentes de la agrupación folclórica Rubicón de Yaiza cantaron y bailaron lo más tradicional del folclore canario, escuchándose de nuevo los aplausos y vítores al santo, mientras hacía su entrada en la iglesia.
Se puso así punto final a una jornada en la que se conmemoraba el 613 aniversario de la creación del Obispado de Rubicón y, por tanto, de la Diócesis Canariense Rubicense, bajo la advocación de San Marcial de Rubicón, al que al principio se le llamó de Limoges, por haber vivido en esta ciudad de Francia como obispo y evangelizador.
Así, aunque también es un santo muy venerado en Francia, fue nombrado patrono de Lanzarote a raíz de la devoción que tenían por él el conquistador Juan de Béthencourt y muchos de sus acompañantes franceses. Fue el papa Benedicto XIII quien lo hizo oficial con su bula del 7 de julio de 1404, al hacer Catedral y Obispado la Iglesia del Castillo de San Marcial de Rubicón.
