La alcaldesa les entregó un distintivo con motivo del Día del Turismo

Yaiza distinguió a Niels Prahm y Tron Jorstand por su contribución al desarrollo del sur en los años 70 y 80

La calle Limones y el paseo marítimo de Playa Blanca se convirtieron este sábado en todo un centro de ocio al aire libre, donde vecinos y turistas compartieron el programa de actividades conmemorativas del Día Mundial ...

2 de octubre de 2012 (15:04 CET)
Yaiza distinguió a Niels Prahm y Tron Jorstand por su contribución al desarrollo del sur en los años 70 y 80
Yaiza distinguió a Niels Prahm y Tron Jorstand por su contribución al desarrollo del sur en los años 70 y 80

La calle Limones y el paseo marítimo de Playa Blanca se convirtieron este sábado en todo un centro de ocio al aire libre, donde vecinos y turistas compartieron el programa de actividades conmemorativas del Día Mundial del Turismo. El acto institucional estuvo marcado por la distinción a los ciudadanos Niels Prahm y Tron Jorstand, quienes en los años 70 y 80 no sólo contribuyeron al desarrollo del sur, sino que "ayudaron a los habitantes del entonces pequeño pueblo de pescadores a obtener y legalizar sus viviendas", según destacó el Consistorio.

El acto institucional dio inició pasadas las 19:00 horas. La alcaldesa de Yaiza, Gladys Acuña, antes de entregar las distinciones, agradeció a todos "los currantes" que posibilitan que el turismo siga siendo el primer sector de la economía municipal e insular. "¿Qué sería de la excelente planta alojativa que tenemos, de los restaurantes, bodegas, bares y cafeterías, sin la aportación del buen hacer de los trabajadores y de la atención al cliente?", se preguntó.

El Ayuntamiento de Yaiza quiso destacar con las distinciones del Día del Turismo a dos personas que influyeron notablemente en el progreso de Playa Blanca. Niels Prahm, con la ayuda de César Manrique, permitió a los pescadores de la época escriturar sus viviendas, contribuyendo también a la ordenación de terrenos para la construcción futura de colegios y otros edificios de utilidad pública.

Prahm, con más de 80 años de edad, trabaja ahora en un proyecto de investigación en Bolivia y no pudo asistir al acto, pero en su representación estuvo su hija Andrea, que desveló la reacción de su padre cuando supo del homenaje: "Por fin, después de 50 años, ya era hora".

Por su parte, gracias a la intermediación del ingeniero Tron Jorstad, presente en el acto institucional, Club Lanzarote, la empresa que representaba en 1983, regaló a 100 jóvenes del municipio mayores de 18 años igual número de parcelas, de 200 metros cuadrados cada una, en lo que hoy se conoce como casco de Playa Blanca, para que construyeran viviendas. Actualmente algunos de esos beneficiarios aún las habitan y otros decidieron venderlas.

Tron Jorstad vino de Noruega, con 35 años de edad, en el año 71 a trabajar a Playa Blanca. Se quedó para siempre y es considerado "un nativo más que siente la tierra". La alcaldesa también agradeció al homenajeado su apoyo al deporte y a la educación. Hace escasos meses donó equipos audiovisuales al colegio de Playa Blanca y material para el comedor escolar .

El primer teniente de alcalde, José Antonio Rodríguez, entregó la distinción a Tron Jorstad, que rememoró con detalles cómo fue su llegada a Lanzarote y Playa Blanca y las vicisitudes que pasaban sus vecinos por problemas como la escasez de agua. "Playa Blanca no tenía luz, agua y no tenía puerto, era un pueblo de apenas 270 personas que vivían de la pesca. Todo el municipio tenía 1.200 personas y ahora tiene 15.000", indicó.

Actividades

Con motivo del Día del Turismo, niños y jóvenes aprovecharon los hinchables, puntos de juegos y la ludoteca montada en las proximidades del puerto, mientras adultos y mayores visitaron los puestos de la feria de artesanía y el mercadillo de degustación y venta de productos de la tierra. El deporte y el relax también estuvieron presentes en la zona lúdica. La exhibición de tai chi y la de jiu ? jitsu completaron las horas reservadas al ejercicio, iniciadas por la demostración de los chicos de la Escuela Municipal de Lucha Canaria. También hubo clases de spinning y de zumba.

Tres acróbatas y malabaristas de la Escuela de Circo de Lanzarote también desplegaron su arte sobre el escenario. El recuerdo al sector primario volvió a la memoria con el paso de tres burros por la céntrica vía peatonal. El campesino que los guiaba descargó legumbres secas y explicó cómo hace años se utilizaban los animales para pisar las cáscaras y sacar los granos.

La música llegó con una batucada, en la calle Limones. Los integrantes de "Menuda caña" bailaron en la avenida, mientras que las notas de folclore aparecieron de la mano de la parranda Janubio.

LO MAS LEÍDO