Este miércoles comenzó el derribo de las naves de la antigua conservera de pescado 'La Rocar', en el Islote del Francés. El alcalde Cándido Reguera (PP) realizó de forma simbólica el derribo de la primera pared de estas naves. La demolición y el acondicionamiento del lugar estarán finalizados durante el mes de agosto.
El Ayuntamiento decretó el lugar como ruina y decidió sacar a concurso público el derribo, que lo ganó la empresa navarra Eri-berri. Durante este último mes se han estado desmantelando los techos de amianto y se han transportado fuera de la Isla. Ahora, en tres semanas aproximadamente, las naves caerán. Quedará en pie el muro perimetral que linda con la carretera y el que circunda el terreno por la parte de la costa.
Según el concejal de urbanismo, Pedro de Armas, para derribar ese muro habrá que hacer un nuevo expediente ya que el Ayuntamiento no tiene permiso, al tratarse de una propiedad privada. El derribo costará 327.000 euros que pagará el Ayuntamiento y le pasará la factura al propietario, la empresa Inversiones Islote del Francés, de Jaime Cortezo.
El alcalde de Arrecife señaló que este derribo "era ansiado por todos los vecinos de Arrecife" y que con la caída de estas naves "termina una etapa del pasado de Arrecife ligada a la pesca y comienza una nueva ligada al turismo". "Arrecife tiene que aprovechar sus oportunidades", aseguró, y citó la urbanización del Islote, el muelle de cruceros o el puerto deportivo.
El grupo de gobierno del Ayuntamiento pretende llegar a un convenio con el propietario del Islote del Francés para realizar una modificación puntual del planeamiento y que el propietario pueda construir un edificio diseñado por un arquitecto de prestigio en el diez por ciento del suelo y ceder el noventa restante a la ciudad. El suelo, actualmente, está calificado como parque urbano.
ACN
