El domingo se trasladaba usted a Lanzarote como responsable de Compromiso por Gran Canaria. ¿Tiene intención de que germine aquí también ese "Compromiso"?
Fui en una visita a mucha gente que conozco de Lanzarote, que no están de acuerdo con los partidos políticos que están funcionando es esta isla. Tuvimos una reunión en Costa Teguise y volveré el 24 y 25 de abril, porque había mucha gente y había que ir a diferentes municipios. En esta primera reunión que tuvimos se estuvo analizando la situación política de Lanzarote, cómo se ha llegado a casos extremos de corrupción. Estuvimos incluso analizando algunas situaciones de abandono de la isla.
La verdad es que encontré gente muy receptiva, con ganas de cambio, de que las cosas se hagan bien, de que se acabe esta situación de que en Lanzarote todo cabe. Ellos me comentaban que no es verdad. Me decían: "Lanzarote vale la pena, no todo vale. Queremos que las instituciones y administraciones funcionen. Tenemos una gente estupenda y esta isla hay que sacarla adelante". Lo que me llamó la atención es que no había turismo. Nos bajamos del coche, caminábamos y nos encontrábamos con una situación de abandono, con esos apartamentos fantasma, que ha dado la parálisis de la construcción. La verdad es que Lanzarote necesita una reactivación de todos importante.
¿Se reunió con miembros de partidos de esta isla o sólo con vecinos?
No, sólo con vecinos. Esta vez nos quedamos en la zona de Arrecife, aunque nos reunimos con gente de otros municipios, como Yaiza, a donde iremos en la próxima visita, el 24 y 25 de abril. Ellos querían que viera especialmente una zona de Arrecife. Son personas que no pertenecen a asociaciones. Son personas que se conocen entre sí, que se han reunido en sus casas, que han hablado y han dicho: aquí quejarse no vale, hay que dar un paso adelante. Y así ha sido. Me parece que hay personas que se habían afiliado a partidos en los que se habían dado de baja, decepcionados, pero no había nadie que esté en la política o haya estado de forma relevante. Es gente de Lanzarote cansada y aburrida de lo que está sucediendo y del abandono que están sufriendo los municipios. Quieren recuperar esta preciosa isla de Lanzarote, que lo tiene todo.
Se ha hablado mucho de la posibilidad de que su partido se una al de Rosa Díez o que incluso sea usted la cabeza de UPyD en Canarias. ¿Qué hay de cierto?
Hará como un año que tuve una reunión con el partido de Rosa Díez en Madrid. El sistema de este partido es muy peculiar, pero no coincide con el funcionamiento del nuestro. Es formidable este partido, pero no llegamos a un acuerdo. Nosotros nos fundamentamos mucho en nuestros afiliados y nuestra militancia. Somos un partido que nos gusta mucho el debate, analizar, que los cargos públicos estén vigilados por los afiliados y la militancia. Aquí eso de yo soy elegido y hago lo que quiero, sin dar explicaciones a mi partido, no existe. Y el partido de Rosa Díez es como una multinacional. Los afiliados poco conocen. Tienen otro sistema y, por eso, no nos interesó. Fue estupendo hablar con ellos porque tenemos muchas cosas en común, pero no pudo ser. Ahora tenemos que trabajar en Lanzarote. El 24 y 25 de abril me reuniré ya en diferentes municipios.
¿Tienen ustedes registrado ya el nombre de Compromiso por Lanzarote o se buscará un nombre alternativo?
Si, así es. Y Compromiso por Canarias también lo tenemos registrado.
Con la cantidad de partidos políticos que hay en Lanzarote y lo fragmentado que está el voto en la isla, ¿no le parece difícil que una nueva formación se haga un hueco entre el electorado?
Uno no está pensando en estos momentos en las próximas elecciones, sino en las próximas generaciones. Ciertamente, fue uno de los temas que salieron en la conversación. Ellos decían que los partidos actuales, tal como les habían visto actuar, no les gustaban, que no era un lugar donde se sentían cómodos y bien. Ellos pedían un Compromiso, como lo habían visto actuar, con esa transparencia, con esa honradez, como un servicio público. Y en ese sentido no les parece que vaya a ser un partido más.
