El informe solicitado por la oposición al secretario del Cabildo confirma que el presidente, Pedro San Ginés, incumplió el Reglamento de la Corporación en el último Pleno, al dejar fuera de la sesión dos mociones que habían sido presentadas "en tiempo y forma" por Podemos y Ciudadanos. Y es que aunque el presidente tiene la "facultad" de rechazar mociones, para ello se deben cumplir unos requisitos que no se dieron en este caso.
Al respecto, el informe señala que San Ginés puede dejar fuera del orden del día mociones que incumplan el Reglamento, pero "previo informe del secretario general cuando lo estime preciso y oída la Junta de Portavoces". Sin embargo, ni siquiera convocó esa Junta, pese a que el dictamen del secretario insiste en sus conclusiones en que escuchar los argumentos del resto de grupos es un requisito necesario antes de rechazar una moción.
Además, tal como advirtió entonces Podemos, el motivo esgrimido por San Ginés no está recogido en el Reglamento como causa para rechazar una moción. Así puede verse también en el informe emitido este lunes por el secretario accidental, Andrés Martín, que no se pronuncia expresamente sobre lo ocurrido en el último Pleno pero reproduce los ocho requisitos que deben cumplir las mociones, que en caso de ser incumplidos pueden llevar a dejarlas fuera de la sesión. Y entre esos ocho motivos no está el que alegó San Ginés.
Lo que dice y lo que no dice el Reglamento
Tanto durante ese Pleno como en el comunicado que envió para justificar su decisión, el presidente afirmó que rechazó las mociones de Podemos y Cs porque planteaban "competencias ajenas al Pleno". Sin embargo, el Reglamento no contempla la posibilidad de vetar mociones por ese motivo. Lo único que señala es que las mociones "no podrán plantear asuntos que excedan de las competencias que tiene atribuidas legalmente el Cabildo". Y esas competencias son mucho más amplias que las del Pleno, ya que algunas competencias del Cabildo recaen directamente en la Presidencia o en la Junta de Gobierno (lo que no impide que el Pleno pueda instarles a adoptar determinadas medidas o acuerdos).
De hecho, en muchas otras sesiones se han debatido mociones que según San Ginés incluían propuestas que no eran competencias del Pleno. En esos casos, el presidente y su grupo de gobierno venían optando por votar en contra con ese argumento ?alegando que la oposición no le podía imponer decisiones que eran de su competencia-, pero la diferencia en la última sesión fue que ni siquiera permitió el debate. Además, al justificar por qué habían sido rechazadas, el presidente sí habló del fondo de esas mociones dando su versión, pero impidió que lo hicieran los grupos de la oposición.
"Es un atentado a la democracia que nadie entiende. Una actuación dictatorial de San Ginés, que se cree el dueño y señor de la cámara conejera y olvida que aquí estamos todos por decisión de la gente", denunció entonces el portavoz de Podemos, Carlos Meca, al anunciar que toda la oposición había pedido un informe al secretario. Ahora, ese informe confirma lo que ya sabían los grupos, que el presidente puede dejar fuera mociones si no se ajustan el Reglamento, pero también que para ello debe cumplir unos requisitos que no se dieron en este caso, ya que ni siquiera se reunió a la Junta de Portavoces ni escuchó sus argumentos.
San Ginés impidió que se debatiera "el nuevo escándalo de Fabelo"
Con su moción, Podemos pretendía poner sobre la mesa "un nuevo escándalo" sobre Francisco Fabelo, que trabaja para el Cabildo y a la vez para el empresario Juan Francisco Rosa, y cuyo departamento está decidiendo qué fincas privadas se limpian y arreglan con fondos públicos en La Geria, a través del Programa para el empleo FDCAN 2017.
Dentro de ese programa hay seis proyectos y cinco son gestionados directamente desde el área de Empleo. El sexto, que se centra en La Geria y las comarcas de Guatiza y Mala, se dejó en manos de la Unidad de Paisaje y Soberanía Alimentaria del Cabildo, de la que es jefe Fabelo. Y entre las intervenciones que se han realizado con dinero público gestionado por Francisco Fabelo, tal como denunció Podemos, se encuentra el acondicionamiento de arcenes y taludes junto a la bodega Stratvs, propiedad de Juan Francisco Rosa.
Con la moción que fue vetada por San Ginés, Podemos pedía entre otras cosas que ese proyecto fuera coordinado por otro departamento, dado que Fabelo es gerente de una de las empresas de Rosa, Finca de Uga. Sin embargo, San Ginés se negó a llevar siquiera la moción al Pleno alegando que eso "corresponde a una cuestión de organización interna que es competencia exclusiva de Presidencia y no del Pleno". Por eso, pese a que solo puede rechazar mociones que excedan a las competencias del Cabildo, decidió impedir que fuera debatida, incumpliendo así el Reglamento de la Corporación.
También se vetó la moción sobre la fiscalización de los CACT
En cuanto a la moción de Ciudadanos que también vetó San Ginés, lo que reclamaba era una mayor fiscalización de los procesos de contratación de los Centros de Arte, Cultura y Turismo (CACT)". "Esta moción busca que la intervención del Cabildo fiscalice las cuentas y actividades de los Centros Turísticos, tal y como marcan varios artículos del reglamento orgánico de la institución insular, así como se establece en la Ley de Contratos Públicos", explicó entonces el consejero de Cs, Benjamín Perdomo, que viene denunciando "la alegría de los Centros Turísticos a la hora de contratar y de realizar convenios a espaldas del Consejo de Administración".
Por eso, pedía que sea la Corporación insular "quien gestione o sea parte activa en los procesos de contratación, y que supervise los pliegos de condiciones, es decir, que pase su respectiva fiscalización por esta institución". Respecto a esta moción, San Ginés alegó que la rechazaba "por pretender indicar a un órgano independiente del Pleno, como es Intervención, la forma en que debe realizar su trabajo".
